Hoy se celebra el Día Internacional del Lápiz, una de las herramientas de comunicación más influyentes del mundo que este año cumple 165 años y sigue evolucionando. Desde SproutWorld, la empresa creadora de los lápices plantables, reivindican la herramienta fundamental para los procesos de aprendizaje, en plena era digital.
Y es que, tal día como hoy, en 1858, el estadounidense Hymen L. Lipman recibió la patente de un lápiz con una goma de borrar en la punta. Ahora, 165 años después, la goma de borrar ha sido reemplazada por una cápsula de semillas para darle al lápiz una segunda vida.
SproutWorld ha ayudado en esta evolución y modernización fabricando sus lápices sostenibles que se pueden plantar después de su uso y así convertirse en hierbas, flores, vegetales o árboles. Desde 2013 la compañía han vendido más de 70 millones de lápices Sprout plantables a más de 80 países y cuenta con clientes como Michelle Obama, Richard Branson, Disney o Coca Cola.
Pero más allá de eso, desde la compañía este año quieren conmemorar el cumpleaños de esta importante herramienta reivindicando su importancia en los procesos de aprendizajes de los niños en una era digital.
De hecho, según un reciente estudio, a los jóvenes cada ve les cuesta más completar estos procesos de aprendizaje basados en las pantallas digitales. La falta de escritura a mano convierte en una tarea mas difícil aprender y memorizar los conocimientos.
Michael Stausholm, Fundador de SproutWorld explica, «en la era digital en la que vivimos, el aprendizaje a través de pantallas digitales se ha convertido en una herramienta cada vez más común. Sin embargo, muchos expertos en educación han señalado que el aprendizaje a través de pantallas digitales puede ser más difícil que el aprendizaje tradicional, y que escribir a mano es una herramienta más efectiva para afianzar los conocimientos».
Esto se debe a que el aprendizaje a través de pantallas digitales puede ser más pasivo, ya que la información se presenta en una pantalla y el estudiante simplemente la consume. Además, el uso prolongado de pantallas puede causar fatiga visual y afectar la concentración, lo que puede disminuir la capacidad de aprendizaje.
«Por otro lado, escribir a mano ha demostrado ser una herramienta más efectiva para el aprendizaje y la retención de información. Al escribir a mano, se estimulan áreas específicas del cerebro que están relacionadas con la memoria y el aprendizaje, lo que facilita la comprensión y la retención a largo plazo», concluye el fundador de SproutWorld.
Además, escribir a mano permite al estudiante tomar notas de manera más personalizada y creativa, lo que puede mejorar la comprensión y la memoria. Al hacerlos, el estudiante puede resaltar información clave, hacer conexiones entre ideas y organizar la información de una manera que sea significativa para él o ella.