Los mini PCs llevan años siendo una alternativa interesante a los equipos de tamaño estándar para trabajar como sistemas básicos centrados en ofimática, navegación web y multimedia, pero están viviendo una nueva juventud gracias al debut del Intel N100 (Alder Lake-N) un procesador que utiliza la arquitectura Gracemont, la misma que podemos encontrar en los núcleos de alta eficiencia de los procesadores Intel Raptor Lake.
El Intel N100 tiene un total de cuatro núcleos y cuatro hilos funcionando a un máximo de 3,4 GHz. Su IPC es superior al de las generaciones anteriores de procesadores Atom y Celeron dentro de su misma gama, y tienen 6 MB de caché L3. Su TDP es muy bajo, solo 6 vatios, lo que significa que son eficientes y muy frescos, y que no necesitan de sistemas de refrigeración voluminosos o caros.
Este nuevo procesador representa un salto importante en términos de rendimiento, ya que es más potente que el Intel Celeron N5015, y también en materia de eficiencia. Para sacar adelante tareas básicas de ofimática y navegación web es más que suficiente, y se integra en equipos muy económicos y compactos que tienen un impacto mínimo en el espacio de trabajo.
El Intel N100 tiene una iGPU Intel UHD con 24 unidades de ejecución, que tiene un buen soporte a nivel de drivers y ofrece un rendimiento suficiente para el perfil de usuario al que se dirige este procesador. Los mini PCs que montan este chip suelen partir de una configuración base de 8 GB de LPDDR5 a 4.800 MHz, y tienen al menos 64 GB de capacidad de almacenamiento, todo por un precio que normalmente ronda los 150 euros.
Con esa configuración podríamos mover Windows 10 sin ningún tipo de problema, y Windows 11 funcionaría de forma aceptable. Lo único que sí que os recomendaría es no comprar ningún equipo de este tipo que venta con menos de 128 GB de capacidad de almacenamiento porque, al final, se os acabará quedando «corto» de espacio muy pronto.
