Los viajes de negocio afrontan 2023 con varios retos encima de la mesa. Con el cierre de 2022 se ha comprobado que algunas empresas han relanzado los viajes corporativos pese a la inestabilidad económica y los efectos de la pandemia.
Estos factores han afectado parcialmente a la recuperación del sector, a pesar del primer repunte observado en 2021 gracias a la introducción del green pass. La previsión del restablecimiento de los viajes de negocios post pandemia, que se estimó en 2020 que se produciría en 2025, se considera que ahora podría estar alcanzada ya en 2024.
El primer reto que tendrá que asumir el business travel es la inflación y, consecuentemente, el aumento de los precios. Además de las consecuencias de la guerra ruso-ucraniana, la situación económica también tiene que ver con el fortalecimiento del dólar, que es la moneda de referencia para la industria aeronáutica.
Tanto los arrendamientos a largo plazo, como la compra de nuevos aviones y el repostaje se pagan en dólares. Como consecuencia de la combinación de estos factores, las compañías más previsoras están siguiendo una política de acopio, tanto de combustible como de nuevos aviones, para evitar fluctuaciones futuras en los costes, lo que se acaba traduciendo en un aumento de los precios para el consumidor.
En resumen, los costes han aumentado de forma generalizada o lo harán a corto plazo. No será tan común ver los bajos precios y las ofertas que aparecían en determinadas épocas del año. Con esta subida de precios universal, en 2023 es necesario, más que nunca, organizarse para frenar gastos innecesarios y acelerar la digitalización de las empresas.
La sostenibilidad: el reto de la huella de carbono
La toma de conciencia de las empresas sobre la huella de carbono y la sostenibilidad de su actividad ya es una realidad patente los últimos años, que continuará su recorrido en 2023. Los viajes corporativos se trabajan ahora desde otra perspectiva, tratando de priorizar aquellos que son necesarios y optando por opciones más ecológicas (vuelos sin escalas, con aerolíneas que utilicen combustibles sostenibles siempre que sea posible, tren donde se pueda evitar el avión, etc.) pero sobre todo utilizando servicios de compensación de emisiones de carbono.
La Unión Europea, con la introducción del paquete «Fit for 55«, se ha fijado el objetivo de reducir gradualmente las emisiones de gases de efecto invernadero hasta un 55% en 2030 y un 63% en 2050.
Las compañías aéreas ya están invirtiendo en SAF (siglas en inglés para combustible de aviación sostenible). Por ejemplo, KLM ha empezado a añadir un 0,5% de SAF al sistema de combustible del aeropuerto de Schiphol en cada vuelo que sale de Ámsterdam. Sin embargo, sigue habiendo dificultades para conciliar la sostenibilidad con los costes empresariales: las soluciones sostenibles todavía son difíciles de encontrar a gran escala y, por tanto, son más caras, además de que en las empresas a veces falta presupuesto y concienciación de los equipos directivos para aplicar un cambio real.
Según un artículo de GBTA, sólo el 36% de las empresas tiene un puesto de trabajo dedicado a la responsabilidad medioambiental y sólo el 10% cuenta con un equipo entero con esta función. El problema se acentúa por la falta de digitalización de los procesos dentro de las compañías: el 54% de las empresas encuestadas no dispone de ninguna herramienta de organización de viajes, aunque el 86% consideraría la posibilidad de contar con una.
Digitalización y análisis de datos
La digitalización está claramente en el centro de la cuestión, pero lo más relevante no es sólo llevarla a cabo, sino seleccionar adecuadamente las herramientas con las que se aplica para garantizar que el proceso sea un éxito y repercuta directamente en beneficio de las empresas y del planeta.
Como destaca un estudio de HRS y GBTA, en el que participaron responsables de viajes y compras de empresas de Europa y América, a menudo las herramientas de reserva utilizadas por las empresas son ineficaces: el 67% de los empleados encuestados afirma que sería más fácil utilizar un único canal para todas las reservas, mientras que el 74% afirma que sería aún más fácil reservar hoteles y espacios de coworking con una única plataforma.
Además, muchas compañías no aprovechan las oportunidades que ofrece la digitalización para leer los datos, identificar los problemas y actuar en consecuencia. Así pues, en 2023 será crucial adoptar soluciones digitales para combinar la necesidad de viajar por trabajo con la reducción de los costes, evitando recortes que perjudiquen el buen funcionamiento de las empresas. La digitalización es, pues, la clave para optimizar todos los procesos relacionados con los viajes de negocios.
BizAway y la recuperación del sector del business travel
BizAway es una plataforma que se fundó sobre la idea de la digitalización de los viajes de negocios, por tanto, al observar los datos de los dos últimos años, la compañía ofrece un punto de vista ligeramente diferente al del resto del mercado. Como consecuencia de ello, la compañía no está sufriendo los efectos de la subida de precios provocada por la inflación, sino que está experimentando un verdadero repunte de su actividad. Esta tendencia se sustenta en cifras: los clientes de BizAway en 2022 están al 70% de los niveles prepandémicos.
En concreto, se sitúan en el 69,31% del gasto en viajes de negocios en 2022, y en el 68,06% de las reservas respecto a 2019. Probablemente esto se debe al hecho de que la implantación de un sistema nativamente digital, en coordinación con los servicios instaurados en la plataforma en los dos últimos años, han permitido a sus usuarios optimizar su gasto en viajes de negocios hasta tal punto que pueden continuar con la reanudación de la actividad sin problemas.