En los últimos años, los hábitos de compra han cambiado más que nunca durante estos últimos años, bien sea por los comportamientos de los consumidores o por las necesidades de adaptarse a un futuro incierto e influenciados por una situación sociosanitaria que no para de cambiar.
Las empresas, por tanto, deben estar preparadas para dar respuesta a los consumidores que buscan experiencias de compra fáciles, rápidas y personalizadas, según indican desde Sipay. Hace unos años veíamos impensable la opción de desbloquear el teléfono simplemente con nuestra cara, pero en la actualidad es una práctica habitual que los usuarios realizamos en nuestro día a día.
El auge de la biometría, que facilita enormemente la realización de numerosas tareas, ya está presente también en los pagos, puesto que, Apple Pay o Google Pay permiten a los usuarios autenticarse mediante el reconocimiento facial para realizar compras.
Asimismo, en los últimos meses ya hemos podido ver cómo algunos supermercados y comercios, especialmente en Estados Unidos, han comenzado a permitir el pago a través del reconocimiento facial, por lo que se espera que en poco tiempo sea una práctica habitual en otros países.
Otro de los grandes avances de los que hemos sido testigos reside en la gran revolución de los asistentes virtuales como Alexa o Siri, que en ocasiones ya se utilizan para hacer transferencias entre personas o para pagar con tarjeta. Según un estudio de Business Insider Intelligence, el 8% de los adultos estadounidenses ya han utilizado alguna forma de pago por voz.
Pagar con Google
Por tanto, más pronto que tarde los consumidores estaremos utilizando frecuentemente las frases “quiero comprar este producto” o “pagaré con Google”. Esta última compañía ya ha desarrollado un programa de pago hands free, que permite que los usuarios paguen pronunciando estas palabras. El personal del establecimiento tan solo tendrá que solicitar las iniciales del consumidor y verificar su identidad mediante una foto que éste último debe añadir al programa. De esta forma, el importe del pago se cargará automáticamente en la cuenta del cliente.
Todo esto supondría un avance para los comercios, no solo en el ámbito de la modernización, sino también en el de la simplicidad.
Sin duda, uno de los aspectos más tediosos para los usuarios consiste en el proceso de checkout, tanto en comercio físico como en online. En el primero, porque generalmente hay que esperar largas colas para poder comprar artículos, y en el segundo, porque hay que introducir una gran cantidad de datos y realizar procesos de verificación adicional que ralentizan el proceso.
En Reino Unido, por ejemplo, ya hay supermercados que, mediante cámaras de vigilancia, registran todos los artículos que van adquiriendo los consumidores y cobran la cantidad determinada cuando estos abandonan la tienda. Todo esto es posible puesto que se ha realizado un registro previo de los datos de las tarjetas de los clientes. La tokenización jugará un papel crucial para poder ver esta iniciativa en un futuro de forma habitual.
Por otro lado, y siguiendo esta tendencia, por ejemplo, la compañía de transportes Uber ha comenzado a cobrar a sus clientes de forma online permitiendo que los usuarios reserven un viaje y se les realice el cargo en su cuenta bancaria automáticamente al terminar el viaje.
Poder gestionar compras sin tener que realizar un proceso de checkout sería, sin duda, el paraíso de todos los vendedores, ya que no solo proporcionaría mayor rapidez a los consumidores, sino que reduciría en gran medida su pain of paying.
Pagos en el metaverso
Originalmente, el metaverso era definido como el entorno para jugar de forma virtual contra otros jugadores o contra la propia máquina. Lo que en un inicio surgió como un universo virtual destinado al entretenimiento, con el paso de los meses está evolucionando a un mundo paralelo formado por avatares personalizables, por ejemplo, con prendas de ropa.
La gran evolución de esta tecnología ha provocado que las empresas quieran formar parte de este proyecto, replicando sus modelos de negocio actuales en escaparates virtuales. Por tanto, el metaverso ha ido convirtiéndose poco a poco en un metamercado donde los comercios pueden vender sus productos.
En definitiva, no cabe duda de que para la adquisición y satisfacción de estas nuevas demandas se deberán desarrollar formas de pago que garanticen un entorno seguro y que, en poco tiempo, constituirán las bases del sistema del sector de pagos.