A día de hoy, en España operan más de 11.000 startups, unas empresas que dan empleo a 140.000 personas y que sitúan a nuestro país como el cuarto de Europa en número de este tipo de compañías, por detrás de Reino Unido, Francia y Alemania. En este sentido, un estudio de PwC sobre ‘La contribución socioeconómica de South Summit en España’ señala que el ecosistema emprendedor español ha multiplicado por 20 su valor en una década y que alcanzará los 83.000 millones de euros a finales de 2022.
“En este escenario es de vital importancia contar con un texto legal, la conocida Ley de Startups, que favorezca el ecosistema de empresas emergentes en España y que apoye a las startups dentro y fuera para que puedan competir en igualdad de condiciones; mientras que, al tiempo abre la puerta para la llegada de inversores a nuestro país en busca del gran talento español, creador de futuro”, explica Pol Gomà, fundador y CEO de Capboard, plataforma diseñada para gestionar equity, inversores y planes de incentivos en Europa.
Los expertos de Capboard destacan que el proyecto de Ley de fomento del ecosistema de las empresas emergentes, aprobado ya por el Congreso y que cuenta con un paquete de 50 medidas, se basa en 6 pilares:
- Acelerar el crecimiento de las inversiones en startups para situar a España a la altura de países líderes como Alemania y Francia, especialmente para startups en etapas iniciales. Se aumenta la deducción del 30% al 50% de la cantidad invertida, además de aumentar el límite de 60.000 a 100.000€.
- Hacer de España un paraíso para el talento, estableciendo las condiciones óptimas para atraer, retener y desarrollar a los mejores profesionales.
- Fomentar la escalabilidad de las empresas, para que los emprendedores piensen en crecer en lugar de vender.
- Invertir en un ‘Sector Público Emprendedor’, capaz de impulsar la innovación, la productividad y la inclusión social.
- Reduce la carga fiscal para las empresas emergentes como, por ejemplo, la rebaja del impuesto de sociedades hasta el 15 % durante los cuatro primeros años; la posibilidad de aplazar la deuda tributaria o la eliminación de la obligación de pagos fraccionados, y además plantea una importante simplificación administrativa.
- Mejora también la fiscalidad de las fórmulas retributivas basadas en la entrega de acciones o participaciones a los empleados de estas, denominadas stock options. Así, se eleva el importe de la exención de los 12.000 a los 50.000 euros anuales en el caso de entrega de acciones y se pospone el momento de tributación al momento de liquidez Este cambio debería reducir el número de planes de Phantom shares en España, el mecanismo usado hasta ahora en lugar de las stock options.
Pero ¿qué supondrá esta nueva ley para la economía española? Pol Gomà mantiene que “La Ley de Startups nace para dar una mayor cobertura legal y respaldo económico a las empresas emergentes de base tecnológica para ayudar a construir un ecosistema empresarial capaz de convertirse en el motor de la modernización de la economía. En definitiva, es una nueva ley que pone a España a la vanguardia en el impulso de este ecosistema”.
El siguiente paso de esta Ley de startups será su paso por el Senado, donde se espera que se tramite de forma ágil para que entre en vigor antes de que finalice 2022.