El término en inglés utility computing (en español, el equivalente sería computación bajo demanda) está relacionado con el suministro de recursos en materia tecnológica. Es el caso del procesamiento de datos y almacenamiento en la nube, como un servicio medido, similar a las infraestructuras públicas tradicionales (como pueden ser la electricidad, el agua, el gas natural o el teléfono).
Adquirir tecnología bajo demanda genera a las empresas una capacidad de gestión más inteligente, que les permite adaptarse a las necesidades cambiantes del mercado.
Con este modelo, el proveedor del servicio puede darle a las organizaciones capacidad de cómputo y almacenamiento, promoviendo la optimización de procesos, ya que no tiene que comprar, actualizar o administrar equipos, ni ocupar espacio en las instalaciones.
Además de almacenamiento, los proveedores de utility computing o computación bajo demanda ofrecen acceso a software específicos y cuyo pago se hace por uso y no por medio de una tarifa fija o plana, según asegura Ikusi.
Ventajas
La adquisición de tecnología bajo demanda genera múltiples ventajas a las organizaciones:
- Sin redundancia: La computación bajo demanda elimina la redundancia de datos, ya que los volúmenes de datos se distribuyen a través de múltiples sistemas backend o servidores.
- Gestión de cargas de trabajo: Este modelo de servicio ofrece la capacidad de disminuir o aumentar los recursos informáticos de manera sencilla.
- Pago a medida: Cambia el modelo de costes de servicios informáticos al pago a medida que se utilizan y permite hacer un seguimiento de la facturación de pago según el uso.
- Eficiencia económica inmediata: Los resultados financieros de este modelo ayudan a la empresa a alcanzar las metas corporativas debido a que se obtiene la eficiencia económica de forma inmediata.
Retos
Pese a que las ventajas de la tecnología bajo demanda son notables, también hay una serie de retos que deben afrontar en un periodo corto de tiempo, tanto las empresas como las personas. El objetivo es que ambos adopten esta tecnología como uno de los grandes habilitadores de la transformación digital. César Gabriel Quiroz Castaneda, CIO del Grupo Kasto, enumera los siguientes:
- Seguridad y privacidad de los datos: En el caso concreto de la nube, existen muchos temores sobre hasta dónde llega su seguridad. Lo cierto es que hay que entender dos cosas. La seguridad es algo que se tiene que evaluar al seleccionar el servicio de nube que se piensa contratar, y lo segundo es que la seguridad en algunos casos es compartida entre el proveedor y quien contrata el servicio y por ello, es necesario leer muy bien el contrato. Adicionalmente, existe también el servicio de nubes privadas en donde el responsable de la gestión de la nube sigue siendo el departamento de TI.
- Las redes de comunicación: Sin duda, la red que conecta los centros de datos en internet con los clientes y usuarios es una pieza fundamental dentro de la cadena de valor de los servicios ofrecidos . Lo cierto es que cada vez se requerirá de mejores anchos de banda en la red.
- La transformación del sector TIC: En la medida en que los directores de sistemas (CIO) entiendan que su nuevo rol, no es administrar infraestructura, ni desarrollar aplicaciones, sino generar valor a sus organizaciones, la adopción de los nuevos modelos será más vertiginosa.
Aún hay retos que afrontar con esta nueva forma de hacer las cosas; sin embargo, las tecnologías “como servicio”, han venido a revolucionar el mundo como lo solíamos ver, y por supuesto a acelerar el proceso de transformación digital de las empresas.