Dentro de las capas de prestación de servicios en la nube, tenemos el Platform as a Service (PaaS) y el Software as a Service (SaaS), entre otros.
El Plataform as a Service (PaaS) es un modelo que permite a los desarrolladores y profesionales operativos crear software sobre las plataformas proporcionadas. PaaS les brinda una gran variedad de formas de desarrollar, personalizar, administrar y dar soporte a su software y aplicaciones.
Sin embargo, Platform as a Service es la capa de entrega de servicios en la nube más difícil de entender. Actúa como un híbrido de SaaS e IaaS (Infraestructure as a Service).
En el modelo de PaaS, los desarrolladores no tienen que aprovisionar la infraestructura, sino obtener un entorno en el que puedan desarrollar y escalar sus aplicaciones de manera flexible. También, proporciona a los desarrolladores muchas herramientas de desarrollo, prueba e implementación, y les permite colaborar en un software en desarrollo. Debido a la virtualización, se garantiza una alta escalabilidad.
La plataforma como servicio debería proporcionarle a un desarrollador todo lo que necesita para construir e implementar una aplicación sin tener que hacer ninguna provisión de la infraestructura subyacente.
Los proveedores de PaaS tienden a ser las mayores empresas de tecnología, que pueden ofrecer una amplia gama de capacidades para sus clientes en una plataforma. Los ejemplos incluyen Google App Engine, Oracle Cloud Platform, Pivotal’s Cloud Foundry y Heroku, propiedad de Salesforce, tal y como afirma CIO Spain.
La infraestructura subyacente para diferentes ofertas de PaaS varía, por lo que Oracle y AWS preferirían que se ejecutara en su propia infraestructura, y otros son más agnósticos. Por ejemplo, SAP Cloud Platform se puede ejecutar sobre AWS, Azure o GCP Cloud Infrastructure. OpenShift de Red Hat es similarmente agnóstico al proveedor de la nube.
El SaaS, por su parte, es un modelo de prestación de servicios en la nube en el que un proveedor externo aloja una parte del software y el cliente puede acceder a él fácilmente a través de la web.
En el modelo SaaS, el navegador web del cliente actúa como el punto de acceso al software y las aplicaciones que se ejecutan en servidores de terceros (es decir, infraestructura). El software es implementado, administrado, actualizado y soportado por un tercero también, según señala Teamnet.
El software SaaS está empaquetado; no es muy personalizable y se ve igual para todos los clientes. Para comenzar a usar una solución de estas características, generalmente se necesita iniciar sesión y suscribirse.
Similitudes y diferencias
El nexo común de Paas y SaaS es el tipo de servicio que ofrecen. Ambos son servicios en línea, cuyo funcionamiento se da a través de la nube. Además, ofrecen la posibilidad de pagar únicamente en función de los recursos a consumir y del uso que se les vaya a dar. Asimismo, son sistemas escalables, de modo que permiten aumentar la capacidad siempre y cuando sea necesario.
La principal diferencia entre SaaS y PaaS tiene que ver con el mantenimiento y soporte ofrecidos por el proveedor. Mientras que en en SaaS, los usuarios ni siquiera tienen acceso al software, en PaaS pueden gestionar la plataforma, pero no el servidor.
Por lo tanto, en función de cuáles sean las necesidades y preferencias concretas de cada empresa deberá optar por un servicio de cloud computing u otro.
Por último desde el punto de vista del usuario final, hay que tener en cuenta que las soluciones SaaS pueden ser ideales para autónomos y pymes, ya que requieren de pocos conocimientos informáticos. Los servicios Paas, por su parte, están muy orientados a los desarrolladores que aspiran a crear aplicaciones personalizadas, por lo que requieren de un conocimiento técnico superior.
