Un estudio de la firma de análisis de mercado TrendForce indica que el precio de la memoria NAND Flash va a experimentar una caída importante, debido a la bajada de la demanda y al alto nivel de stock que tienen los principales fabricantes de unidades SSD, que son los clientes más importantes de ese mercado.
Si se confirman sus previsiones, se producirá un punto de «ruptura» que hundirá los precios hasta en un 35%, lo que significa que las unidades SSD serán mucho más económicas, aunque es importante tener en cuenta siempre que esto no quiere decir que porcentaje se vaya a descontar directamente del precio de los SSD, ya que la cosa no funciona así.
El hundimiento del 35% afectará al precio de los contratos de memoria NAND Flash, y esto tendrá un impacto claro en el precio de las unidades SSD, que obviamente se acabará reduciendo, pero en una proporción inferior a ese 35%, ya que al final los SSD utilizan también otros componentes que van más allá de la memoria NAND Flash, y que determinan en conjunto los costes de fabricación.
La situación podría ir a más a finales de este año si la demanda no se recupera, y todo parece indicar que no será así, por lo que este será sin duda un buen momento para comprar unidades SSD. Este tipo de soluciones de almacenamiento ofrecen ventajas importantes que ya os hemos detallado en artículos como este, donde hablamos del rendimiento, de la reducción de los tiempos de carga y de la liberación que supone olvidarse de la fragmentación.
Es importante que recordéis que los SSD más rápidos y potentes son los que utilizan el estándar PCIe Gen4, y que estos normalmente se conectan a través de un puerto M.2. Si vuestro equipo solo cuenta con conectores SATA III deberéis buscar un modelo en formato de 2,5 pulgadas.
