Según indican desde la startup, Heat Map Europe, nuestro país es uno de los que más emprendedores atrae en el mundo. Con dos de sus ciudades, Barcelona y Madrid, en tercera y duodécima posición, respectivamente, en el top 15 de la lista. Y es que, España ha cerrado el primer cuatrimestre de 2022 con una inversión en startups de 1.224 millones de euros.
La creciente popularidad de las startups ha atraído a muchos jóvenes que quieren emprender y ven en este modelo de negocio una oportunidad. Pero, la gran pregunta que se hacen los emprendedores es, ¿por dónde empiezo? Matias Bonet, CEO de Smashforward y CTO de lemon.markets, gracias a su experiencia en fundación e inversión de startups, comenta: “Siempre habrá una oportunidad de trabajar en una corporación, pero ahora es el momento de innovar y romper moldes”.
Además, Bonet destaca la importancia de un mentor en el proceso, ya que según el estudio realizado por EY Entrepreneurs Access Network (EAN) las probabilidades de mantener un negocio por más de cinco años son del 70% y en España, de acuerdo con el ‘Mapa del Emprendimiento’ de South Summit, la edad media de las startups es de 2,7 años.
Cómo empezar una startup
Actualmente, el ecosistema español de startups se encuentra en un momento de madurez. El sector fintech lidera el emprendimiento y España se está convirtiendo en un hub internacional, con Barcelona como el hub con más inversión del país y el séptimo en Europa. Matías Bonet considera que, “es el momento idóneo para lanzarse a emprender. Contamos con infinidad de recursos como incubadoras, aceleradoras, redes de financiación, etc. Que pueden garantizar el éxito de un proyecto”.
A su misma vez, el proceso de creación de una startup puede verse como abrumador para un emprendedor sin experiencia previa. Por esta razón, el CEO de Smashforward quiere aconsejar a esos jóvenes talentos que desconocen cuál es el primer paso. Para Bonet, el primer paso para fundar una startup es “probar por qué tú idea es válida, por qué es diferente. La gran mayoría de los fracasos que tienen lugar dentro del primer año de las startups se podrían haber previsto: no contaban con los clientes suficientes, el producto/servicio no cumplía las necesidades, el mercado no estaba suficientemente desarrollado, etc”.
Es por esta razón que hay que desmontar la idea, imaginarse todos los escenarios posibles y entonces, si la idea pasa todas las pruebas, es el momento de desarrollarla. Contar con opiniones externas, como la de un mentor, sin vinculación emocional con el emprendedor, ayuda a evaluar de una manera objetiva y eficaz la validez del proyecto.