Durante la keynote inaugural de su participación en el Computex de este año AMD ha presentado una nueva línea de APUs, conocida como AMD Mendocino. Con esta nueva serie, la compañía de Sunnyvale quiere dar a los OEMs una solución para poder crear portátiles más económicos, pero sin tener que renunciar a ofrecer un buen nivel de prestaciones.
Las APUs AMD Mendocino integran CPU y GPU en el mismo encapsulado, y están fabricadas en el nodo de 6 nm de TSMC. La CPU está basada en la arquitectura Zen 2, tiene cuatro núcleos y ocho hilos y cuenta con una GPU RDNA2, es decir, con una solución de nueva generación cuyo rendimiento es sensiblemente superior al de las APUs anteriores, que estaban basadas en la veterana Vega.
AMD ha confirmado de forma expresa que, para que esa GPU RDNA2 integrada pueda desarrollar todo su potencial y para que el ancho de banda de la memoria no sea un problema, todos los portátiles que utilicen APUs AMD Mendocino montarán memoria LPDDR5. Este tipo de memoria va integrada y se puede configurar con un bus de 64 bits o con uno de 128 bits, lo que significa que podrá ofrecer un ancho de banda lo bastante bueno como para que la GPU dé lo mejor de sí.
En esencia, AMD Mendocino es una adaptación de la APU que Valve ha utilizado en la Steam Deck, con la particularidad de que viene fabricada en el nodo de 6 nm, y no en el de 7 nm como la de dicha consola. Gracias a estas nuevas APUs de AMD los principales OEMs, como Lenovo por ejemplo, podrán ofrecer portátiles económicos pero potentes, y con una autonomía de hasta 10 horas de uso por carga de batería.
Los precios que ha confirmado AMD van desde los 399 hasta los 699 dólares, lo que al cambio podría traducirse, tras aplicar impuestos, en unos 499-799 euros. Estas nuevas APUs se utilizarán tanto en portátiles económicos con Windows 11 como en equipos basados en Chrome OS, y estarán disponibles a partir del último trimestre de este año. Estas APUs están por debajo de las nuevas Ryzen 6000, pero son capaces de ofrecer un buen nivel de rendimiento.