Con la entrada de Windows 11 en fase de despliegue masivo cada vez más usuarios se preguntan si es buena idea actualizar a dicho sistema operativo, o si por el contrario es mejor mantenerse en Windows 10. Es una cuestión muy importante, ya que si actualizamos a dicho sistema operativo desde Windows 10 solo tendremos un tiempo limitado para probarlo y volver al anterior en caso de que no nos guste.
Para ayudaros a tener un poco más claro qué es lo que deberíais hacer, hemos querido dar forma a este artículo, donde os vamos a dar tres consejos que os serán de gran ayuda a la hora de decidir si realmente es buena idea dar el salto a Windows 11, o si por el contrario deberíais esperar. Si tenéis cualquier duda, podéis dejarla en los comentarios.
- Si tu equipo no cumple los requisitos de Windows 11 lo mejor es que no saltes a dicho sistema operativo. Puedes hacerlo mediante una instalación limpia del sistema operativo, pero con la incertidumbre que ha generado Microsoft sobre el tema del soporte a futuro en términos de actualizaciones, y el riesgo de que surgen problemas a corto, medio o largo plazo, es mejor seguir con Windows 10.
- En caso de que cumplas con los requisitos pero tu equipo se quede muy justo, también es mejor que te quedes en Windows 10. Para ser más específico, recomiendo esta decisión a todos aquellos que tengan ordenadores con solo 4 GB de memoria RAM. Aquellos que tengan equipos con 8 GB de RAM deben tener presente que la experiencia será más que aceptable, pero no tan buena como en Windows 10, ya que Windows 11 es más exigente.
- Por último, si tienes equipos que cumplen holgadamente los requisitos no hay razón de peso para que no actualices a Windows 11. El sistema ha madurado bastante, y los problemas que dio en su lanzamiento se han ido resolviendo. No obstante, debes hacer una copia de seguridad antes de dar el paso por si surge cualquier complicación. Esto no es lo normal, pero siempre es mejor prevenir.