Uno de los sectores más afectados por todo lo ocurrido en los últimos meses, la hostelería. ha aprovechado la crisis sanitaria para sacar a relucir su capacidad de adaptación al cambio. En concreto, restaurantes, bares y todo tipo de proyectos gastronómicos han detectado la necesidad de cambiar el modo de relacionarse con sus clientes y, para ello, una cuestión indispensable ha sido la inversión en la digitalización de sus negocios.
En este contexto, según el informe “Las claves sobre la digitalización en hostelería” realizado por Hostelería de España, se estima que el 65% de los negocios de la restauración están digitalizados. El estudio también recoge que seis de cada 10 comercios ya invierten parte de su facturación en herramientas o iniciativas digitales.
Las nuevas apuestas en la hostelería se basan en programas de gestión automatizados que ponen el foco tanto en la relación con el cliente como en transformar la operativa del negocio. Apoyados por softwares como el de Pikotea los negocios pueden automatizar los pedidos, controlar el stock disponible o gestionar la facturación a través de una plataforma digital. Estos nuevos métodos de atención al cliente dan respuesta a la búsqueda de la eficacia, la rapidez y la comodidad y, según datos de Pikotea, aumentan la eficiencia del personal en un 32%.
La importancia de softwares hosteleros para la optimización del trabajo
Las herramientas digitales de más éxito entre los negocios son sobre todo las que pertenecen al trato directo con los clientes (métodos de pago, red wifi, cartas con código QR….). Sin embargo, la inversión en digitalización también pone el foco en mejorar la calidad laboral de los trabajadores del sector. Esto se consigue digitalizando procesos como el control del inventario, la gestión de comandas o la realización de pedidos a proveedores a través de plataformas digitales.
Tal como explica Pikotea, los negocios que implementan este tipo de tecnologías coinciden en experimentar algunos beneficios claros, como reducir el estrés del personal, romper barreras lingüísticas entre empleados y clientes y ofrecer una mayor autonomía al usuario, sobre todo para aquellos relacionados con alérgenos o dietas especiales. Además, estos softwares cuentan con un sistema de almacenamiento de datos que recuerda los pedidos y las transacciones y compara las diversas ofertas para que el cliente elija la que mejor se adapta a sus necesidades.