Los ingresos de los autónomos se han recuperado de los efectos de la pandemia de forma desigual, en los dos últimos años, según su nivel de renta, tras registrar una caída promedio del 14,88% en 2020. Estos son los principales resultados de la plataforma de asesoramiento, Declarando.
Respecto del último ejercicio, mientras que el grupo de autónomos con mayores rentas ingresó un 7,41% menos que en 2019, los otros dos grupos, que se corresponden con los de ingresos bajos y medios, ya habrían superado el bache.
Gran caída de ingresos en el primer trimestre de 2020
El segundo trimestre de 2020, que coincidió con el confinamiento decretado por el Gobierno para combatir la pandemia, fue el que registró la caída más abrupta de los ingresos en el colectivo de los autónomos. En concreto, en el segmento de los que más ingresaron la caída fue del 40,20%, en el segundo trimestre de 2020, respecto al segundo trimestre de 2019, si bien iniciaron su recuperación a lo largo del tercer trimestre.
En el caso de los usuarios con ingresos más bajos, situados en promedio en 7.090 euros en 2019, su caída interanual fue del 46,13% en el período de abril a junio de 2020, y del 18,81% durante el primer trimestre de 2021. A partir de ese momento, los ingresos se fueron recuperando de forma irregular hasta cerrar 2021 en valores un 25,32% superiores a 2019.
Sin embargo, el grupo de los usuarios que presentan ingresos medios corrió mejor suerte, según el estudio. La caída de sus ingresos no fue tan perceptible en el segundo trimestre de 2020, situándose en el 1,49%. Superado este trimestre, los ingresos se fueron recuperando de forma consistente, cerrando 2020 con un incremento del 8,03% respecto a 2019. Asimismo, en 2021 obtuvieron un incremento adicional de 16,48% respecto a 2020.
“Lo que nos muestran los datos analizados es que el gran golpe para los ingresos de los autónomos tuvo lugar durante el segundo trimestre de 2020, si bien se produjo después una recuperación progresiva, que justo a finales de este año parece que se haya cerrado de forma general, aunque no para todos”, señala Marta Zaragozá, CEO de Declarando.
“La crisis de 2008 y la de 2020, con ser de naturaleza distinta, ha puesto en evidencia la vulnerabilidad de los autónomos a la hora de mantener estables sus rentas. Por eso, adoptar una mentalidad empresarial, generando ahorro y reservas en los ciclos de mayor actividad, puede proporcionar un colchón de seguridad en los ciclos contractivos de la economía”.
A este respecto, recomienda como una forma de maximizar los ingresos la gestión eficiente de la tesorería y la fiscalidad asociada al negocio. “Una planificación inteligente de la fiscalidad y la aplicación metódica de los gastos deducibles puede optimizar el balance del negocio e incrementar las rentas”, concluye.