Las critpomonedas están entre nosotros y han venido para quedarse aunque haya una parte importante de la población que no está en absoluto familiarizada con ellas. Los inversores, en cambio, se han adaptado rápidamente a la situación y varios de ellos se han convertido en auténticos expertos en la materia. No obstante, no todos los actores son partidarios del uso de las monedas digitales. Vamos a repasar algunos de los organismos que las ven como a un enemigo.
La CNMV y el Banco de España
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y el Banco de España son dos de las instituciones que más se han opuesto al uso de las criptomonedas. En febrero de 2021 emitieron un comunicado conjunto alertando sobre su uso.
Las dos entidades mencionaban por entonces a la negociación del reglamento MICA, para establecer un marco normativo para la emisión de criptoactivos y proveedores de servicios, para asegurar que desde el punto de vista legal «no tienen la consideración de medio de pago, no cuentan con el respaldo de un banco central u otras autoridades públicas y no están cubiertas por mecanismos de protección al cliente como el Fondo de Garantía de Depósitos o el Fondo de Garantía de Inversores».
También consideran que son inversiones de alto riesgo, recordando que existen en el mercado en torno a 7.000 criptomonedas similares al Bitcoin. «Se trata de instrumentos complejos, que pueden no ser adecuados para pequeños ahorradores, y cuyo precio conlleva un alto componente especulativo que puede suponer incluso la pérdida total de la inversión. Adicionalmente, existen productos derivados apalancados vinculados a criptomonedas que permiten invertir indirectamente en estos, lo que incrementa aún más su complejidad y la posibilidad de sufrir pérdidas superiores a la inversión inicial, por lo que requieren de un gran conocimiento y experiencia».
El Banco Central Europeo
La cruzada contra las criptomonedas no viene solo desde España. La mayoría de los bancos centrales se han posicionado contra este producto. Sin ir más, lejos el BCE, en boca de su presidenta, Christine Lagarde, dijo que todas las criptomonedas, en las que incluyó las stablecoins y los activos especulativos, «no son monedas en absoluto» y que, por tanto “deben ser regulados y supervisados por reguladores de activos”.
«Las stablecoins simulan ser una moneda, pero en realidad están completamente asociadas a una moneda real», sostiene la presidenta del Banco Central Europeo, si bien es cierto que asume que “podrían servir para hacer ciertas transacciones”, añadió.
No obstante, el BCE no es reacio al mundo criptodivisas y ya planea crear su propia moneda digital, según asegura El Independiente. El organismo inició hace unos meses la fase de investigación del proyecto que se basa en el desembarco de un euro digital que no sustituirá al efectivo, tras realizar durante casi un año un análisis y conseguir “resultados prometedores”.
Además, el banco central chino considera que se deben ilegalizar todas las criptomonedas. «Los intercambios de divisas virtuales en el extranjero que utilizan internet para ofrecer servicios a los residentes nacionales también se consideran una actividad financiera ilegal».
El G20
El G20 tampoco es muy partidario del uso de este tipo de monedas, ya que ha asegurado recientemente que podrían poner en peligro el sistema financiero global. Este organismo internacional, que integra a todas las grandes economías del G20, alertó de la velocidad a la que están creciendo los mercados de criptoactivos al tiempo que señaló que “podrían llegar a un punto en el que representen una amenaza para la estabilidad financiera mundial”, según asegura un informe de Business Insider, que recoge Infobae.
“Por el momento, los criptoactivos representan sólo una pequeña porción de los activos del sistema financiero global, y las conexiones directas entre criptomonedas y los principales mercados financieros e instituciones son limitadas”, destacó el Consejo de Estabilidad Financiera.
En ese sentido, indicó que el problema está en que estas conexiones no dejan de crecer. “Si la trayectoria actual de crecimiento en escala e interconexión de los criptoactivos con estas instituciones continuara, esto podría tener implicaciones para la estabilidad financiera mundial”, añadió.