La irrupción de las criptomonedas ha generado en los últimos años un sinfín de información sobre un mundo hasta entonces desconocido, que ha provocado la formación de auténticos expertos en la materia. No obstante, no todo lo que se dice sobre las monedas digitales es cierto. Respecto al Bitcoin y a otras criptomonedas hay mucha información falsa. En este especial, vamos a repasar algunas de las leyendas urbanas más destacadas.
Las monedas digitales son anónimas
En primer lugar, hay que tener en cuenta que una de las principales ventajas de las criptomonedas es que las transacciones se realizan habitualmente de manera anónima. Pero esta afirmación no es correcta al cien por cien.
El dinero fiduciario es emitido y regulado por las entidades bancarias, cuya operación es vigilada por el gobierno de cada país. Para poder realizar operaciones con él, estas instituciones requieren de gran cantidad de información personal de sus usuarios para poder verificar su identidad y dar seguridad a los procesos.
En el caso concreto del Bitcoin, según afirma Tekcrispy, que no es regulado por ningún banco ni Estado, la situación es diferente. Por no necesitar del papel de estos como intermediarios, podemos saltarnos el paso de dar nuestra información, referencias personales e incluso especificar tarjetas de créditos o débito. La característica peer-to-peer de la tecnología blockchain no requiere información personal de sus integrantes, sin embargo, si se hacen transacciones de manera imprudente, existe posibilidad de que se llegue a la identidad del individuo con tan solo seguir la secuencia de las mismas uniendo una serie de nodos.
Otra forma más común es a través del uso de las casas de cambio que, a pesar de ser tan necesarias, implica un riesgo para la seguridad de sus usuarios, pues almacenan la información de estos en un solo sitio. Con ello, resulta sumamente fácil para los hackers hacerse con ellas, a través de un ataque a la plataforma.
Las criptomonedas facilitan la evasión de impuestos
Es cierto que la naturaleza de las monedas digitales puede facilitar el proceso de transferir dinero de forma rápida y casi anónima. Además, permite a los usuarios la adquisición de bienes y servicios tangibles. Pero los evasores de impuestos, son capturados porque su estilo de vida y activos no son consistentes con los ingresos que reportan. Por lo que no necesariamente los gobiernos requieren hacer seguimiento de los fondos.
No obstante, la blockchain de Bitcoin permite llevar un registro constante y permanente de todas las transacciones realizadas. Por lo que es posible extraer información en cualquier momento. Pero es importante mencionar, que las direcciones públicas no asocian a los usuarios de forma directa; pero si es posible que si una persona afirma que una dirección en particular le pertenece, se puedan verificar los fondos de dicha dirección, tal y como informa El Correo de Andalucía.
Estas monedas son ilegales porque no son de curso legal
Que criptomonedas como Bitcoin o cualquier otra no estén respaldadas por ningún gobierno en específico no significa que sean ilegales. De hecho, en marzo de 2013 la Red de Control de Crímenes Financieros de Estados Unidos emitió una serie de pautas sobre el uso de esta criptomoneda. Según la normativa, cualquier usuario de moneda virtual no se constituye en una empresa de servicios monetarios (MSB) según las regulaciones de FinCEN. Y, por lo tanto, no está sujeto a las regulaciones de registro, informes y mantenimiento de registros de MSB.
No garantizan la seguridad
Es un hecho que a pesar de que se ha garantizado que la tecnología de la blockchain es inviolable, lo cierto es que hasta la fecha se han suscitado gran cantidad de ataques que han tenido como consecuencia el robo de criptomonedas de muchos inversionistas. Ahora bien, en este punto lo principal es aclarar que esto ha ocurrido directamente a casas de cambio o exchanges, y no por la modificación directa de algún bloque de la cadena.
Como sabemos, la blockchain alberga los bloques verificados y aprobados por los mineros a través de la resolución de un algoritmo matemático muy complejo. Estos contienen 1 mb de información (dirección de la billetera del emisor, del receptor, la fecha y el monto a transferir) de las transacciones realizadas por los integrantes de la red.
Todos estos datos se condensan en lo que conocemos como Hash, que sería lo equivalente a una huella dactilar para determinado bloque. Este hash está enlazado al hash del bloque anterior, y al del posterior, y una vez añadido a la cadena, es imposible modificarlo. Cualquier cambio que se realice (por parte de un ladrón que desee cambiar la dirección del receptor o el monto de una operación, por ejemplo), modificará el hash e invalidará y romperá la cadena.