Según indican desde la consultora, Robert Walters, en los últimos 12 meses, se ha registrado un aumento del 20% en el número de empleados que se cambia a una startup. Además, se espera que esta cifra continúe al alza, debido a que la mitad de los profesionales asegura que su próximo movimiento profesional podría ser hacia una de estas empresas emergentes.
A medida que avanza la guerra por el talento, con aproximadamente tres veces más de vacantes de trabajo publicadas que talento disponible, Alberto Muñoz, director en la División de Tecnología en Robert Walters, comparte cuáles son las razones por las que las startups están ganando, lenta pero concienzudamente, la guerra por el talento.
Desarrollo profesional acelerado
Con una estructura relativamente horizontal y fundadores y CEOs activos a nivel práctico, los nuevos empleados de las start-ups tienen la posibilidad real de formar parte del equipo de liderazgo desde el primer día.
“Al asumir varias responsabilidades diferentes y trabajar en estrecha colaboración con los miembros más senior del equipo, las startups permiten al profesional demostrar su valía desde un principio y saber si su trabajo ha tenido un impacto directo en el negocio”, comenta Alberto Muñoz.
A diferencia de las estructuras jerárquicas propias de las compañías más consolidadas, la estructura horizontal propia de las startups permite la participación desde las etapas iniciales de un proyecto hasta su finalización, y como resultado, la tasa de crecimiento profesional dentro de estas organizaciones es mucho más alta.
Por lo tanto, no sorprende ver que en una encuesta realizada por Robert Walters a nivel global, más de la mitad de los profesionales (52%) asegura que estaría dispuesto a aceptar un nuevo puesto de trabajo en una startup, en detrimento de una compensación salarial atractiva, siempre que tuvieran la oportunidad de progresar mucho más rápido en su carrera profesional que en una gran compañía sólida.
Mentalidad de crecimiento
Las startups están diseñadas para tener un alto potencial de crecimiento, por lo que no sorprende ver que, en promedio, las decisiones se procesan cuatro veces más rápido que en una organización de más de 250 empleados.
La naturaleza cambiante y acelerada de una startup mantiene a los empleados siempre alerta, alentándolos a continuar desarrollando nuevas habilidades a medida que avanzan en sus cometidos, y a esforzarse más allá de lo que refleja la descripción original del cargo.
Alberto añade: “Al trabajar para una startup, los profesionales pueden comprender cómo funciona toda la empresa y desarrollar su perfil comercial. Algunos líderes de startups argumentan que estas lecciones de negocios en el trabajo son, de hecho, mejores que un MBA”.
La citada encuesta de Robert Walters encontró que el 33% de los profesionales están dejando sus trabajos corporativos para «probar algo nuevo», y otro 15% busca desarrollar nuevas habilidades.
Cultura del agente de cambio
Ser miembro del equipo de una startup conlleva grandes responsabilidades. No importa cuál sea la titulación, el trabajo tendrá un impacto en el crecimiento y el éxito de la empresa y, a su vez, esto hará sentir que los proyectos que se están desarrollando tienen un propósito real y es una gran motivación.
De hecho, un tercio de los profesionales (34%) afirma que la razón por la que cambiaría a estos negocios es el trabajo desafiante e interesante, y muchos afirman que las habilidades que desarrollan a nivel de autogestión y priorización de tareas, están en línea con su vida personal.
Para Alberto Muñoz: “Trabajar para una startup de rápida escalabilidad puede ser una experiencia de crecimiento intenso, por lo que inevitablemente, un profesional se volverá más proactivo y ambicioso fuera del trabajo. Las personas que trabajan en el ambiente de una startup están constantemente pensando en cómo mejorar las cosas, son más conscientes de los problemas y de cómo resolverlos, y están más abiertos a nuevas culturas y formas de pensar”.
Espíritu de equipo
Casi la mitad de los profesionales (42%) afirma que uno de los valores más importantes a la hora de buscar sus próximos desafíos profesionales son “los compañeros y una cultura que los inspire a dar lo mejor de sí mismos”, por eso la cultura de las startups es algo a valorar.
Estas empresas tienden a fomentar un entorno colaborativo muy unido, que alienta a las personas a ayudar en tareas fuera de su ámbito original. Alberto Muñoz indica al respecto: “Dentro del ambiente de las startups hay una gran motivación por aprender de los demás y aportar conocimiento propio y experiencia”.
Estas organizaciones suelen preferir una estructura plana a una jerarquía rígida, lo que permite un debate abierto y la cooperación entre todos los miembros del equipo. El 30% de los profesionales afirma que lo más atractivo de una startup es su estructura de gestión abierta y eficaz.
Diversidad en todos los sentidos de la palabra
Las startups tienen un enfoque central de encontrar el mejor talento que puede ayudar a lograr sus ambiciosos objetivos y, como resultado, eliminan cualquier tipo de barrera socioeconómica o geográfica para encontrar a sus estrellas.
Como resultado, dentro de una startups es común encontrarse con compañeros de trabajo muy diversos, de todo tipo de nacionalidades, antecedentes e ideologías. Debido a la naturaleza de estos equipos, naturalmente habrá un amplio intercambio de diferentes estilos de trabajo y de habilidades. Alberto añade: “Este fuerte entorno multicultural puede abrir la mente más allá del trabajo y las tareas. También lleva a los empleados a tener una visión global”.
Y la diversidad no solo reside en las personas, casi no hay dos días iguales dentro de una startup. Por lo general, la mayoría de los miembros del equipo tienen que «hacer malabares» y asumir funciones fuera de su rol específico para contribuir al éxito del negocio en general.
La diversidad de tareas ayuda a desarrollar nuevas habilidades muy rápidamente, además de que a menudo, el profesional puede aprender directamente del fundador de la empresa y/o de los empleados más senior.
Innovación
La naturaleza de las startups es diferente a la de las empresas tradicionales, principalmente porque se basan en la innovación disruptiva, fomentan la inmediatez a la hora de pensar y de ser creativo con presupuestos ajustados y menor cantidad de recursos.
La autonomía no se considera un beneficio dentro de una nueva empresa, sino un hecho. Esta es la razón por la cual el 28% de los profesionales deja un puesto de trabajo en una organización consolidada para unirse a un negocio recién establecido.