Aunque hace no mucho tiempo podía sonar a ciencia ficción, la venta de productos en metaverso puede llegar a convertirse en una forma efectiva de ganarse la vida. Parece que estamos ante una evolución lógica que promete cambiar un poco más nuestro mundo y la forma en la que nos relacionamos.
Y ya se anuncia que los usuarios de este nuevo mundo podrán comprar y vender objetos y propiedades o, incluso, montar un negocio. Se trata de una de las conclusiones del evento “The Future of Entertainment: descifrando el metaverso”, celebrado en The Valley.
Y es que el metaverso es un espacio digital expansivo, comunitario y en tiempo real, cada vez más presente, donde los usuarios pueden interactuar con marcas, personajes y otras propiedades intelectuales, mientras se entretienen y socializan. Esto supone una oportunidad de negocio para las empresas cuyo principal objetivo a la hora de apostar por el metaverso es llegar a un público más amplio.
En este sentido, el director de Innovación de The Valley, Juan Luis Moreno, presentó las claves de la transformación de este sector que “se encuentra a las puertas de una de las mayores disrupciones que se han vivido en los últimos tiempos”.
Características del metaverso
Basado en un entorno virtual 3D conectado, donde los mundos, real y digital se integran utilizando tecnologías como la realidad virtual y la realidad aumentada, el futuro que nos trae el metaverso afectará a todos los sectores y áreas, y aglutinará características como:
- Persistente. La desconexión temporal con el metaverso es siempre inexistente. La vida continúa, siempre puedes estar presente en el metaverso tanto con presencia real como online.
- Social. Será la prolongación de nuestra vida social y profesional. Una evolución de las redes sociales. Los usuarios se encontrarán y se comunicarán a través de avatares digitales, explorarán nuevas áreas y crearán contenido. Por ejemplo, para vestir a los avatares, se podrá comprar ropa de forma digital, de hecho, algunas marcas ya han empezado a comercializar este tipo de ropa.
- Reactivo. El entorno y las personas reaccionan a las interacciones de la gente en tiempo real. Se prevé la organización de eventos por los que habrá que pagar para poder asistir: conferencias, conciertos, teatro, etc. y podremos imaginar cómo gracias al procesamiento del lenguaje y el reconocimiento de voz se podrá responder a las solicitudes de canciones de la audiencia y, quizás algún día, incluso mantener una conversación.
- Descentralizado. La propiedad está distribuida. La tecnología blockchain será la savia que sostenga los metaversos.
- Sin límites. No hay un número máximo de usuarios, experiencias o mundos. Un avatar podrá asistir a una reunión con compañeros y, es probable que surjan nuevas herramientas de visualización enfocadas a mejorar la productividad en el entorno empresarial.
- Interoperable. No hay vínculos exclusivos con plataformas y dispositivos. Las experiencias, identidades y economía son interoperables entre metaversos.
- Creatividad. Las personas y la Inteligencia Artificial serán creadores activos de los metaversos. Las grandes marcas, por ejemplo, se publicitarían por las calles e, incluso, podrán vender réplicas de productos reales, como coches, ropa o productos tecnológicos.
- Amplificación. Ampliará las actividades e interacciones diarias. Serán una prolongación de ellas.