Optimismo e incertidumbre caracterizan a este año 2022 en lo que respecta al sector del transporte de mercancías por carretera. Se percibe volumen de consumo al alza pero con unas cadenas de suministro muy tensionadas, atentas a los efectos de la inflación y afectadas por los retrasos en los tiempos de entrega. Así lo aseguran desde Ontruck, empresa digital de referencia en el transporte de mercancías por carretera, cuyos expertos han identificado seis tendencias que marcarán el ritmo del sector en el presente año.
Tensiones en la cadena de suministro global
Las empresas de transporte se enfrentarán al reto de garantizar el servicio en un contexto de disrupción: los cuellos de botella en el transporte marítimo y la escasez de materias primas hacen que se acumulen retrasos en los flujos de mercancías y en la producción, lo que obliga a buscar nuevos puntos de suministro y movimientos de mercancía alternativos.
Mayor flexibilidad y adaptación
Para manejar la volatilidad y evitar que se rompan las cadenas de suministro, el sector deberá evolucionar hacia modelos más flexibles, que permitan anticiparse y disponer de diferentes alternativas en el día a día. Y para poder adaptarse a una realidad cambiante será necesario contar con proveedores de transporte con soluciones dinámicas capaces de garantizar el servicio ante las variaciones de la demanda.
Avance en digitalización para aumentar la eficiencia
La automatización en logística será una de las vías más potentes para optimizar al máximo todos los procesos. Para ello, las empresas apostarán por el uso de herramientas tecnológicas con las que controlar la ejecución de las operaciones, mejorar la eficiencia en la última milla, garantizar la trazabilidad y, por supuesto, llevar una gestión digital de la documentación.
Mayor complejidad ligada a una onmicanalidad creciente
Los hábitos de compra de los consumidores han cambiado, el consumo se ha abierto a un sinfín de canales de distribución, y esto crea nuevos retos operativos para el sector, que debe asegurar la disponibilidad en cada canal. En este sentido, existe todavía un gran margen de mejora organizativa, y se deberá reforzar la cooperación entre proveedores y empresas para alcanzar mayores niveles de productividad.
Escasez endémica de conductores
La profesión de transportista goza de escaso reconocimiento social y ofrece unas condiciones laborales que no atraen a las nuevas generaciones, a pesar de ser una actividad esencial para la economía. El sector deberá luchar por mejorar estas condiciones y reducir la elevada morosidad que sufren estos profesionales. La incorporación de tecnología a la gestión diaria puede contribuir a reducir tiempos muertos y kilómetros en vacío, así como a optimizar las cargas y la capacidad del vehículo, con lo que se reducen los gastos y aumentan los ingresos.
Compromiso con la sostenibilidad y la reducción de emisiones
Todavía no es fácil encontrar proveedores de transporte que permitan medir la huella de carbono de sus operaciones. Sin embargo, se trata de una apuesta en la que deberá esforzarse el sector para hacer realidad su compromiso con el medio ambiente. Medir para mejorar, avanzando hacia procesos más sostenibles, además de optar por vehículos impulsados por energías verdes, especialmente en la última milla.