Según el último Informe Europeo de Pagos de Intrum, el 72% de las pymes españolas está aceptando plazos de pago más largos de lo les gustaría ante la imposibilidad de sus clientes de pagar las facturas a tiempo.
El impacto de la crisis sanitaria sigue afectando a los negocios de miles de empresas que afrontan con problemas los pagos que tienen pendientes. Esto está llevando a que cada vez sea más habitual solicitar ampliaciones de pagos y que muchas pymes vean con preocupación los pagos pendientes en algunos clientes.
Tal y como se desprende del informe de Intrum, esto está llevando a que las grandes corporaciones sean las que más están realizando peticiones de ampliación de pagos realizadas a las pymes, en el 44% de los casos, seguidas de las pymes, con el 42%, y el sector público, con un 10%.
Unos porcentajes similares si se analizan las entidades de mayor tamaño que han recibido solicitudes de este tipo, y que el 80% se ha visto en la tesitura de responder a esta necesidad. En este sentido, el 45% de las solicitudes recibidas procedía de grandes corporaciones, mientras que el 43% era de pymes y el 12% de empresas del sector público.
Según el informe, si bien el número de empresas que están ampliando los plazos de pago estipulados por contrato siguen siendo elevado, la cifra es mejor que la de 2020, cuando la proporción de pymes que recibían estas peticiones era 18 puntos porcentuales más alta, llegando al 90% y, en el caso de las grandes corporaciones, alcanzaba el 89%, nueve puntos más.
La ampliación de pagos, por debajo de la media europea
Si bien la ampliación de pagos está siendo la solución de muchas empresas para ganar tiempo y pagar más tarde, con el alivio que eso les supone a nivel económico, para las pymes se trata de un punto preocupante ya que el 63% no confía en la capacidad de pago de aquellos clientes que tienen deudas pendientes.
Y, ante la incertidumbre del momento, la situación no parece que vaya a evolucionar positivamente en los próximos meses ya que el 65% de las pymes cree que el riesgo de impago crecerá a corto plazo. En consecuencia, y ante esta creciente desconfianza, la mitad de las empresas encuestadas en este estudio considera que el peligro de impago podría aumentar en breve.
No obstante, a pesar de estas cifras, hay una nota positiva: estos porcentajes se sitúan, aunque muy levemente, por debajo de la media europea, que está en un 66%, y como uno de los mercados en el que menos organizaciones afirman que el riesgo de impago crecerá próximamente.
En concreto, España se sitúa solo a tres puntos de Reino Unido, Alemania e Irlanda, en los que el 62% de las pymes encuestadas ve que peligra el pago pendiente de sus clientes. Portugal, Francia e Italia se sitúan también muy cerca con un porcentaje del 63%.
Todos estos datos ponen de manifiesto que el tejido empresarial español, como gran parte del europeo, sigue afrontando el impacto de la crisis sanitaria. La aprobación de los 140.000 millones de euros en ayudas de los Fondos Next Generation EU, es una medida que busca aliviar esta complicada situación. A esto también se le suman propuestas como la nueva Ley ‘Crea y Crece’ que establecen que las compañías que no cumplan con los plazos de pago acordados no podrán recibir ningún tipo de ayuda ni subvención pública, también busca contribuir a este objetivo.
Sin embargo, la incertidumbre del momento hace más necesario que nunca que las pymes extremen al máximo sus precauciones y establezcan un plan que les ayude a asegurar los pagos de sus clientes para evitar riesgos de liquidez.
Exigir el pago por adelantado o las verificaciones de crédito pueden ser algunas medidas que ayuden a eliminar esa preocupación de los posibles impagos ante un momento económico complicado.