El sector de la venta directa crece en España un 9% impulsado por la necesidad de los clientes de una atención más personalizada y el contacto establecido a través de las redes sociales.
No cabe duda de que la evolución del comercio electrónico ha experimentado un fuerte auge especialmente en los últimos dos años como consecuencia de las nuevas necesidades surgidas tras la pandemia de la COVID-19.
Sin embargo, a medida que la situación pandémica mejora y se relajan las medidas de confinamiento y apertura de locales, cada vez más usuarios apuestan por realizar sus compras mediante el modelo de venta directa.
Si bien las ventajas que ofrece el comercio electrónico son muchas, y cada vez son más los consumidores que se decantan por las compras online, también crece el interés de los usuarios por una atención más personalizada a la hora de realizar sus compras.
En consecuencia, el modelo de negocio de la venta directa, en el que se venden los productos y servicios directamente al consumidor, se convierte en una tendencia al alza. Esto ha llevado a que durante el pasado año, este modelo alcanzase un volumen de negocio de más de 700 millones de euros gracias a los 5,7 millones de pedidos que se realizaron a lo largo de todo el año.
El sector de la cosmética y cuidado personal, nutrición y bienestar, equipamiento del hogar, moda y accesorios, joyería, cuidado del hogar, telecomunicaciones y cultura se han erigido como los principales sectores en los que la apuesta por la venta directa está cobrando mayor relevancia.
Según los datos de la Asociación de Empresas de Venta Directa (AVD), España es uno de los principales mercados en los que más se está apostando por este modelo de negocio, ocupando el sexto puesto a nivel europeo en volumen de facturación con una penetración del 31,5%.
No en vano, el pasado año, la venta directa en el mercado español alcanzó un volumen de ventas superior a los 765 millones de euros, con más de 15.000 pedidos diarios a través de una red de 258.739 profesionales independientes. Estas ventas permitieron superar los 5,7 millones de pedidos anuales a un precio medio del pedido de 82 euros.
En opinión de Gema Aznar, presidenta de la AVD y Directora General de Mary Kay, estos datos dejan constancia del enorme potencial que tiene en nuestro país la venta directa hasta llegar al nivel de otros países europeos, y “un gran papel para ayudar en el impulso de nuevos emprendedores que ven en la venta directa un proyecto a medida y ofrecer a los clientes un producto adaptado a sus necesidades e innovador”.
La venta directa acelera su digitalización
En este buen momento por el que atraviesa la venta directa, su evolución y el impacto que han tenido en ella las nuevas tecnologías es indudable. Esto ha llevado a las empresas a acelerar su digitalización para ofrecer esta personalidad del trato. Asimismo, hasta un 25% de los vendedores se han adaptado al lenguaje y espacios online apostando por las redes sociales para el desarrollo de su negocio, mientras que el 29% lo hace con otras plataformas.
Como resultado, más del 80% de los clientes de la venta directa llega a los distribuidores a través de las redes sociales.
Ahora, en tiempos de pandemia, las ventas a través de este modelo han crecido entre un 5% y un 9% en función de la categoría de producto. Y las perspectivas hacen presagiar que, en los próximos años, seguiremos viendo un aumento de las ventas directas.
En consecuencia, además de esta apuesta por la digitalización, las empresas intensificarán su inversión en I+D+i, lo que contribuye al desarrollo de productos punteros y al incremento del volumen de lanzamientos. Solo en 2020, se desarrollaron de media 302 nuevos productos, de los que el 29% eran lanzamientos, el 45% extensiones y el 26% innovaciones.
Con ello, desde la AVD apuntan que la venta directa puede contribuir a emprender una carrera profesional, por lo que, los menores de 30 años suponen el 20% del sector; mientras que el 83% de los distribuidores son mujeres menores de 40 años.