Con un peso de la automatización y de las nuevas tecnologías robotizadas cada vez mayor, ciertos sectores de la economía que hasta ahora parecían embrionarios, de repente, han explotado. Es el caso de la industria de la impresión 3D, que crecerá un 98% en tan solo cinco años, según un estudio de 3Dnative.
Los últimos datos indican que cada vez más empresas, y por qué no particulares, utilizan la impresión 3D. De hecho, se calcula que, para el 2027, en el mundo se vendan cada año 8,04 millones de impresoras, lo que supondría unos ingresos de 10.125 millones de euros anuales para un sector que en 2019 facturaba 6.610 millones.
“El sector de las impresoras 3D es un segmento del mercado en aumento, por lo que hará falta un grueso de profesionales especializados que a día de hoy es inexistente en nuestro país”, afirman fuentes de Deusto Formación.
Un crecimiento que la pandemia ha podido parar
La tendencia de crecimiento del mercado en los últimos años es un hecho. Como también lo es que, al contrario de otros sectores, la llegada de la pandemia ha servido para seguir desarrollando su actividad industrial y por tanto, también el económico. Los datos indican que el conocimiento de la tecnología de impresión 3D, en los últimos meses, ha aumentado un 71% a nivel mundial.
También vieron su importancia las empresas industriales, pues un 27% considera que la inversión en esta tecnología es importante para el desarrollo de su negocio. Mientras que una de cada tres empresas ya la utilizan, tan solo puede afirmarse que 1 de cada 10 haya integrado la impresión 3D totalmente a su modelo de producción.
El mismo informe indica que la baja tasa de integración de esta tecnología se explica por diferentes factores: las capacidades operativas (67%), la construcción de un caso comercial sólido (40%) y sobre todo la falta de personal especializado en la materia (un 65% de las empresas lo señalan como motivo por el cual no acaban de aplicar la impresión 3D en su producción).