El desarrollo de smart cities lleva en el punto de mira de, cada vez, más ciudades en todo el mundo. Desde hace algunos años, varios países están apostando por aplicar este modelo de ciudad en sus territorios. En España, por ejemplo, tenemos a Málaga, Madrid o Valencia.
Pero más allá de nuestras fronteras, hemos de fijarnos en Corea, que se ha convertido en el paradigma de las ciudades inteligentes y del modelo de sostenibilidad aplicado a las grandes urbes. Desde hace casi dos décadas, las instituciones coreanas están realizando una fuerte inversión para la aplicación a la innovación tecnológica a las ciudades. Entre los años 2003 y 2014, el país asiático destinó 2 billones de wones (1.482 millones de euros) de dinero público al sector.
Desde 2018, la inversión gubernamental coreana en el sector de las ciudades inteligentes se ha visto reforzada. Durante ese año, las acciones que se llevaron a cabo en este sentido tuvieron un valor de 6.500 millones de wones (4,8 millones de euros) y en 2019 experimentaron un crecimiento exponencial hasta los 175.000 millones de wones (129,7 millones de euros).
Por otra parte, este año 2021, la inversión gubernamental en I+D ha aumentado en un 9,7% gracias, en parte, al Green New Deal, un gran acuerdo por el que Corea se compromete a llevar a cabo una transición en las energías renovables, las infraestructuras verdes y la industria verde, reforzando el modelo de sostenibilidad que quieren desarrollar e implantar con las ciudades inteligentes.
Colaboración público-privado
Toda esta inversión pública se ve fuertemente reforzada con la colaboración de un nutrido grupo de empresas de diferentes sectores que dedican también sus recursos, conocimientos y servicios al desarrollo de las llamadas ciudades del futuro.
Como si de una incubadora de Smart Cities se tratara, el gobierno coreano y las entidades colaboradoras invierten sus recursos en tres modelos de proyectos de ciudad inteligente: proyectos piloto, proyectos de validación de I+D y proyectos de regeneración urbana.
Los proyectos piloto son proyectos a gran escala que consisten en la aplicación de un modelo para ciudades inteligentes a un caso real. Para llevarlos a cabo, en 2018, se seleccionaron dos ciudades, Sejong City y Busan, donde estos proyectos se han construido desde cero sobre terrenos vacíos de una extensión de unos tres kilómetros cuadrados.
En estas dos ciudades inteligentes se están probando, por ejemplo, vehículos autónomos que trasladan a sus usuarios puerta a puerta, así como soluciones basadas en la inteligencia artificial y la robotización, como son la gestión del tráfico para evitar que se formen atascos o robots asistentes en parkings públicos.
Por su parte, los proyectos de validación de I+D, de menor escala que los proyectos piloto, son ‘laboratorios vivos’ que buscan desarrollar un modelo de gestión de datos dirigido a recopilar, almacenar y compartir datos a través de una plataforma integrada en toda la ciudad. Por el momento, Daegu y Siheung son las dos ciudades en las que se está llevando a cabo este tipo proyectos para el desarrollo de ciudades inteligentes, los cuales se concentran en el medio ambiente, el bienestar y la energía.
El tercer modelo, de regeneración urbana, está enfocado en resolver situaciones concretas en las áreas urbanas más antiguas, como la mejora de la seguridad en una zona determinada, la reducción de la contaminación o la resolución de los problemas de espacio de estacionamiento, mediante la aplicación de tecnologías punteras como la realidad virtual o la conectividad de datos.
“La fuerte apuesta por las Smart cities tiene consecuencias muy positivas en otros sectores”, explica el Embajador de Corea en España, Bahk Sahnghoon. “Los ámbitos que más se pueden beneficiar son la movilidad, con los vehículos autónomos, la apuesta por el hidrógeno como combustible y la gestión autónoma del tráfico; y el energético, al desarrollar sistemas que buscan la mayor eficiencia energética posible y la generación de energía limpia. La sanidad y la educación también se ven beneficiadas”.