Según la consultora Smithers, etiquetado de inyección de tinta bajo demanda puede reducir considerablemente el consumo energético de las empresas en Europa, además de reducir la producción masiva de residuos materiales y de tinta, y hacer que las operaciones de etiquetado sean mucho más eficientes y sostenibles.
Si las empresas europeas se pasaran al etiquetado de inyección de tinta bajo demanda, ahorrarían 28,7 millones de kWh cada año, el equivalente al consumo energético anual de 95.960 hogares, además de una reducción de 6,7 millones de toneladas anuales de CO2. La impresión de etiquetas mediante inyección de tinta bajo demanda también puede eliminar 180 millones de metros cuadrados de residuos de etiquetas, el equivalente a 25 264 campos de fútbol, así como reducir los residuos de tinta en aproximadamente 619 toneladas, el peso equivalente a 41 autobuses de dos pisos.
Smithers llevó a cabo una investigación para comparar y evaluar la sostenibilidad de los diferentes procesos de impresión y cómo las empresas pueden implementarlos para ayudar a alcanzar sus objetivos de sostenibilidad. Se analizaron los procesos de impresión comercial, de transferencia térmica y de inyección de tinta en color de diversas empresas. De cada caso, se contempló el impacto en la sostenibilidad que representaba todo el proceso, desde la producción de etiquetas hasta su aplicación, teniendo en cuenta cinco aspectos principales: energía, residuos, consumibles, almacenamiento/transporte y protectores antiadherentes.
El estudio concluyó que el uso de la inyección de tinta para imprimir etiquetas en las propias instalaciones de la empresa aportaría importantes beneficios comerciales y operativos, pero también beneficios medioambientales demostrables, incluidas reducciones significativas en el consumo de energía, generación de residuos y uso de consumibles, que podrían ayudar a las empresas a cumplir con sus objetivos de desarrollo sostenible siguiendo el esquema de la ONU:
- ODS 7 Energía asequible y limpia: La inyección de tinta es un proceso que requiere menor consumo de energía, utilizando apenas un 1 % de la energía que requieren otros procesos para un mismo espacio de impresión.
- ODS 8 Trabajo digno y crecimiento económico. La impresión de inyección de tinta aporta una mayor rentabilidad y mejoras en los márgenes a los usuarios de etiquetas.
- ODS 9 Industria, innovación e infraestructuras. La innovadora tecnología de inyección de tinta reduce los residuos materiales de las etiquetas y la acumulación de stocks que acaban por ser desechados.
- ODS 12 Producción y consumo responsables. Se reducen significativamente los materiales de desecho (p. ej., cintas) durante la impresión de inyección de tinta frente a la impresión por transferencia térmica.
Xavier Aliaga, director de business systems de Epson Ibérica, comenta: “Las etiquetas representan un elemento crítico para las marcas en una amplia variedad de sectores. Seleccionar el proceso de impresión de etiquetas adecuado puede aportar ventajas comerciales significativas en términos de velocidad de comercialización, flexibilidad y calidad, lo que a su vez puede mejorar positivamente la experiencia del cliente e impulsar las ventas. En la actualidad, hay cada vez más marcas que se están pasando a la impresión de etiquetas de forma interna y bajo demanda mediante inyección de tinta en color, ya que esto contribuye de forma significativa a lograr sus objetivos de sostenibilidad, así como a mejorar sus operaciones empresariales”.
Empack Madrid 21
Será los próximos 24 y 25 de noviembre cuando llegue una nueva cita de Empack Madrid 2021, donde Epson estará presente y en disposición de demostrar todas estas ventajas del etiquetado a color bajo demanda, con su gama ColorWorks. Basado en el estudio de Smithers, son muchos los beneficios para las empresas que se pasen a este tipo de soluciones.
1- Alto consumo energético
El informe revela cómo los procesos de impresión comercial consumen mucha energía, como con una impresora flexográfica tradicional de etiquetas que consume unos 39 kWh por cada 1000 metros cuadrados de etiquetas impresas. Si esa etiqueta contiene datos variables impresos mediante transferencia térmica, el consumo combinado de energía es de 41 kWh por cada 1000 metros cuadrados. La inyección de tinta es un proceso que consume menos energía y que puede llegar a utilizar solo el 1 % de esa energía por los mismos metros cuadrados de impresión. Si el mercado potencial de etiquetas bajo demanda hiciera el cambio, se podrían ahorrar 28,7 millones de kWh al año, suficiente energía para recorrer más de 14 millones de kilómetros con un vehículo eléctrico o iluminar 95 960 hogares durante un año.
2- Reducción de residuos
Smithers estima que se desechan hasta el 11 % de los materiales de las etiquetas, desde la propia producción de etiquetas hasta su aplicación final. Ello puede deberse al proceso de inicio y preparación de la impresión o simplemente como resultado de errores de impresión. Ambos se pueden eliminar pasándose a la tecnología de inyección de tinta en color bajo demanda. Smithers calcula que si el mercado lleva a cabo el cambio a la inyección de tinta, el ahorro de material por año podría ascender a 180 millones de metros cuadrados, el equivalente a 25 264 campos de fútbol.
Uno de los principales retos de sostenibilidad en la impresión por transferencia térmica es el uso de cintas. Por cada metro cuadrado de etiqueta impreso, también se utiliza una cantidad significativa de cinta, independientemente de la cobertura de tinta. Solo se puede utilizar una vez y no se recicla fácilmente. Si el proceso de transferencia térmica se utiliza para generar dos o más colores, se deberán utilizar dos cintas más.
El desperdicio de las cintas no se suele considerar parte de la huella de sostenibilidad general de las empresas. Sin embargo, si toda la impresión actual de etiquetas hecha por transferencia térmica cambiara a inyección de tinta, el ahorro podría ser significativo. Si las empresas hicieran el cambio a la impresión de etiquetas de inyección de tinta bajo demanda, se podría lograr un ahorro de 109 millones de metros cuadrados de cintas (15 333 campos de fútbol) y 619 toneladas de tinta (41 autobuses).