La multinacional Philips ha decidido colaborar con Closing the Loop (CTL), proveedor mundial de servicios de contratación ecológica, y con TCO Development, la organización que está detrás de la certificación de sostenibilidad, TCO Certified. En el nuevo proyecto piloto, Philips reducirá de forma sostenible los residuos de sus monitores: a lo que ha nombrado proyecto ECoN (compensación de residuos electrónicos como mecanismo de financiación internacional en Nigeria).
ECoN es uno de los ocho proyectos piloto creados por PREVENT Waste Alliance, la plataforma de cooperación internacional cuyo objetivo es reducir el uso de productos contaminantes y maximizar la reutilización de los recursos. Con él, los monitores de Philips apoyan un proyecto que amplía una solución certificada que logra que los residuos electrónicos sean neutros a la hora de incluirlos en los monitores, estableciendo de esta forma nuevos estándares para la industria a medida que aumenta la demanda de compras ecológicas.
El desafío “e-waste”
Los residuos electrónicos (e-waste) son uno de los principales retos a los que se enfrenta nuestra sociedad en la actualidad. Según el informe de la Plataforma para Acelerar la Economía Circular (PACE) y la Coalición de la ONU para los residuos electrónicos, en cada año se generan aproximadamente 50 millones de toneladas de residuos electrónicos que se envían principalmente a África o a otros mercados emergentes. Además, un gran número de monitores se destinan a este continente para usarse de segunda mano.
En África, la mayoría de los residuos electrónicos no se reciclan adecuadamente debido a la falta de instalaciones y recursos apropiados. Los monitores de ordenador -que solo incluyen pequeñas placas de circuitos que harían más rentable su reciclaje- llevan incorporadas sustancias químicas como el plomo y el mercurio. Elementos que son una losa para el reciclaje y la economía circular. En consecuencia, se considera que la principal causa de la manipulación inadecuada de las pantallas es que no se genera suficiente dinero con su correcto reciclaje.
Al acumularse en vertederos, los monitores desechados suponen un riesgo importante tanto para la salud humana como para el medio ambiente, ya que los componentes tóxicos y las sustancias químicas pueden filtrarse a las aguas subterráneas, poniendo en peligro la vida marina y contaminar el terreno circundante. La exposición prolongada al calor extremo y al sol puede provocar que las sustancias químicas se evaporen en el aire, dañando a la atmósfera. Con el creciente consumo de productos electrónicos, se necesita urgentemente de soluciones eficaces para gestionar los residuos electrónicos.
Monitores Philips: afrontando el reto de la compensación de residuos
Con Closing the Loop (CTL) y TCO Development, Philips está dando un gran paso hacia la sostenibilidad, de cara a afrontar el reto de los residuos electrónicos. En el proyecto piloto de la ECoN, la división de monitores de Philips apoya a CTL y a la coalición de socios transnacionales como el instituto de investigación Öko-Institute e.V. y los socios locales nigerianos Verde Impacto, Hinckley Recycling y SRADev en la ampliación de un plan de compensación de residuos de eficacia probada, con el objetivo de incluir los desperdicios de monitores y así ampliar la certificación TCO Certified Edge, E-waste compensated. El proyecto está financiado por la Alianza de Residuos PREVENT, una iniciativa del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) de Alemania.
La compensación de residuos cierra el bucle del ciclo de vida de los productos electrónicos: por una cuota añadida al precio de compra de los nuevos aparatos electrónicos, CTL trabaja con socios locales para recoger dispositivos en desuso y reciclarlos de forma segura. Los residuos recogidos se utilizan para compensar un dispositivo nuevo; esto hace que ese dispositivo sea neutro en cuanto a la contaminación que se podría generar en nuestro planeta.
Para ampliar el sistema de compensación a los monitores, CTL, TCO Development y Philips colaboran con Öko-Institut, una importante organización independiente de investigación y consultoría medioambiental con sede en Alemania, para probar y confirmar el proceso para los monitores. CTL garantiza la trazabilidad, el envío y el reciclaje seguro de los residuos recogidos, mientras que el Öko-Institut se centra en los riesgos medioambientales y sociales, además de garantizar la solidez del servicio.
«Nuestro mundo está cambiando a gran velocidad, no solo en lo que respecta a la tecnología, sino también al medio ambiente. Con el proyecto ECoN, nos comprometemos a hacer frente a uno de los mayores retos de la industria electrónica apoyando a un proyecto piloto que pretende abordar este problema. No solo reduciendo nuestra huella de residuos, sino también estableciendo un proceso certificado, lo que establece nuevos estándares de sostenibilidad para la industria de monitores», ha declarado Stefan van Sabben, director global de RSC y sostenibilidad en MMD, monitores de Philips.
«Estamos muy contentos de colaborar con Philips Monitors para confirmar que la reducción de la cantidad de residuos electrónicos generados tiene sentido desde el punto de vista empresarial, medioambiental y social. Es estupendo poder trabajar con un socio que comparte nuestra motivación por cambiar nuestro planeta a mejor y que está dispuesto a llevar los negocios en lo que respecta a la Responsabilidad Social Colaborativa al siguiente nivel; comprometiéndose con el proyecto piloto ECoN, que financia la recogida y el tratamiento legal y responsable de los residuos electrónicos en los países en desarrollo. Con Philips a nuestro lado, estamos seguros de que la ampliación de la compensación de residuos a las pantallas de ordenadores será todo un éxito», apuntó Joost deKluijver, fundador y CEO de CTL.
El concepto de compensación de residuos ya es una norma en las adquisiciones públicas y está reconocido como una solución de contratación ecológica y «sin residuos» para teléfonos móviles, portátiles y tablets. En los últimos ocho años, CTL ha evitado que más de 3 millones de teléfonos móviles acabasen en vertederos, recogiéndolos y reciclándolos de forma segura, lo que ha ayudado a más de 2.000 personas a obtener ingresos adicionales mediante un empleo seguro.