En numerosas compañías, se da lo que se ha venido a llamar “Shadow IT” o “TIC en la sombra”, un comportamiento que está más extendido de lo que parece.
De hecho, según la información obtenida por LiceoTIC Training, uno de los principales motivos que hacen perder la confianza en el departamento TIC es precisamente que, otros sectores de la organización, actúan como departamentos de IT ocultos ya que el equipo de informática no les ofrece las soluciones que esperan en tiempo y en calidad.
Según datos publicados, el 80% de los trabajadores admiten usar aplicaciones SaaS en el trabajo sin obtener la aprobación de TI. Y aún más, el 67% de los equipos ha introducido sus propias herramientas de colaboración en una organización.
Con la administración de TI en la sombra en aumento, los expertos estiman que el 40% de todo el gasto de TI en una empresa se realiza fuera del departamento de TI. Todo esto conlleva, tal y como resaltan desde LiceoTIC Training, una fuente de baja de productividad, riesgo de seguridad informática y pérdida de productividad.
Falta de flexibilidad
Pero ¿por qué se da esta situación? ¿Cuáles son las causas? Una de las principales razones es la falta de flexibilidad de los sistemas corporativos para cubrir la velocidad de adaptación del negocio y la orientación excesiva del departamento IT en el control de los procesos, más que en crear sistemas que se adapten a la necesidad del negocio.
Y es que, según los propios CEO’s, el rol de informática es conseguir herramientas para automatizar y facilitar que el resto de departamentos puedan analizar, tomar decisiones y que estas se transformen en acciones que aporten beneficio. Sin embargo, esto, muchas veces no es así.
Este problema cada vez mayor, se ve acrecentado en muchas ocasiones por proveedores que ven en los departamentos de IT un freno y ofrecen sus soluciones a los propios departamentos finales.
¿Cómo frenar la expansión de la “Shadow IT”? La respuesta está en conseguir que sean los propios CIO’s los que creen soluciones adaptadas al negocio y que estas cuenten con la flexibilidad necesaria.
Para ello, se hace necesario que el responsable TIC aumente su nivel de excelencia en gestión, que aumente sus conocimientos y que los adapte a las necesidades cambiantes del mercado.