La cultura de la felicidad o el wellness corporativo son tendencias que están tomando cada vez mayor relevancia dentro del tejido empresarial español.
Ambas están influenciadas por la creciente preocupación de las compañías por el bienestar de sus trabajadores y las dificultades de búsqueda y retención de talento.
Las empresas quieren empleados felices y hay medidas que favorecen ese sentimiento. De hecho, cerca de cinco de cada 10 empleados afirman ser más feliz en su puesto desde la llegada del teletrabajo, según una encuesta realizada por la consultora Hays.
Aunque medidas como estas no solo reportan beneficios en los empleados, sino también en las empresas. Tanto es así, que el estudio Felicidad y Trabajo, realizado por la Consultora Crecimiento Sustentable, asegura que contar con trabajadores felices se traduce en un aumento de la productividad del 88%.
A esto se suma que el compromiso de los empleados y la retención de talento en estos entornos puede crecer hasta un 41%, según datos analizados de Delivering Happiness, consultoría especializada en cultura corporativa y felicidad en el trabajo.
Sin embargo, la realidad está lejos de alcanzar esa felicidad. De acuerdo con Delivering Happiness, el 85% de los empleados en el mundo no se siente comprometido con su trabajo.
Problema para el tejido empresarial
Esto supone un gran problema para el tejido empresarial, ya que los lugares de trabajo no productivos les cuestan a las empresas casi un millón de euros al año por cada 500 empleados y cada “contratación incorrecta” significa pagar entre un 150% y un 300% extra del salario anual de ese empleado.
“Las compañías necesitan buenos líderes capaces de gestionar equipos de forma ágil y efectiva, sin obviar sus emociones y salud mental”. Afirma Carlos Piera, CEO de DH
España y CSO DH Global.
“Un empleado feliz es más optimista, más resiliente ante el cambio, más creativo y está mucho más motivado y comprometido con la compañía, por eso su bienestar debe ser una prioridad para cualquier empresario. Así entendemos nosotros las organizaciones y el rol del líder. Por eso emprendimos este camino”, concluye.