La importancia de los influencers en la sociedad ha ido en aumento en los últimos años. Su capacidad para lanzar un mensaje, conectar con su público objetivo y fidelizarlo les hace fundamentales para cualquier campaña de marketing. Y es que estos creadores de contenidos en redes sociales pueden contar con miles e incluso millones de seguidores.
Con el objetivo de regular su actividad y evitar malas prácticas, la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) ha propuesto que estos creadores se regulen bajo el anteproyecto de Ley General de Comunicación Audiovisual, con lo que tendrán que cumplir con las obligaciones de protección al menor y reglas publicitarias, según asegura Marketing4Ecommerce.
Es decir, con esta ley, los influencers españoles deberán comunicar, a partir del próximo 1 de enero, cuáles de sus publicaciones son de carácter publicitario.
Sin embargo, hasta el momento la CNMC no ha sido clara en cuanto a la definición legal de los requisitos que serán necesarios para ser considerado un prescriptor social o influencer.
El fin es someterlos a la normativa que se pretende dentro de la Ley de Comunicación Audiovisual, y por ahora la normativa que se aplica es la LSSI (Ley 34/2002), normativa que regula las actividades comerciales realizadas a través de internet, que señala que las comunicaciones comerciales realizadas por vía electrónica deberán ser claramente identificables como tales, así como la persona física o jurídica en nombre del cual se realizan estas comunicaciones.
Es decir, los influencers bajo la nueva Ley de Comunicación Audiovisual deberían estar obligados a informar que su contenido es una promoción por la que reciben algún incentivo ya sea material o monetario, y debería abarcar tanto las publicaciones regulares en redes sociales, como una story, reel o vídeo en directo.
El hashtag #ad ya no basta
Según Autocontrol, el organismo independiente de autorregulación de la industria publicitaria en España, ya no será suficiente con el hashtag #ad para considerar un contenido como publicitario. En contraposición, se recomienda utilizar palabras claras como «en colaboración con» o «patrocinado por».
Si bien la ley aún no está escrita, las sanciones podrían llegar a ser graves, ya que de no atender estos nuevos requisitos, los influencers podrían llegar a obtener multas de hasta 30.000 euros, además de que deberán responder ante sus seguidores si los bienes resultaran «dañosos, lesivos o defectuosos», una obligación que no se extendería a la red social ya que no «responden por la información que almacenan».