Todos los trabajos se ven sometido, en menor o mayor medida, a problemas físicos a largo plazo. En el caso de las personas que pasan muchas horas sentadas, uno de los problemas de salud que más experimentan las personas es la inflamación de las piernas, especialmente el verano.
Y es que el calor es un aliado para los problemas circulatorios por diferentes cuestiones, que van desde las posturales a las que van ligadas a problemas de salud de diferente índole.
En este sentido los especialistas en productos ergonómicos y saludables de oficina Fellowes indican que, aunque la inflamación de las piernas es un problema atemporal, la mayor parte de estos casos son como consecuencia de una mala postura a la hora de trabajar.
Un 67% de los trabajadores sedentarios ha experimentado alguna vez hinchazón en las piernas y, por este motivo, desde Fellowes explican con unos sencillos consejos cómo evitarlo.
La postura correcta delante del escritorio es esencial. La altura de la silla debe ser la suficiente como para no tener excesivamente recogidas las piernas desde las rodillas. Se debe apoyar correctamente los pies en el suelo. Los pies deben estar bien apoyados en el suelo y que las rodillas estén en línea con la cadera.
Otro aspecto importante es la profundidad del asiento, la parte trasera de las rodillas no debe tocar el asiento.
Uso de reposapiés
Es una buena ayuda y necesario si se pasan muchas horas sentado el uso de un reposapiés. Con ello vamos a mantenerlos en una postura ergonómicamente eficiente y ayudaremos a que la circulación fluya de forma natural. Es esencial no cruzar los pies ni ponerlos debajo del asiento.
Otro consejo es el de alternar momentos de trabajo con momentos de descanso postural. Es imprescindible que al menos cada hora el cuerpo se levante durante un tiempo y camine al menos durante un par de minutos: descanso para ir al servicio, para beber agua, etc. Estos descansos aclimatan también el cuerpo a la temperatura ambiente.
Fellowes también recuerda que una temperatura correcta dentro del lugar de trabajo forma parte de la salud laboral. Un ambiente cerrado con exceso de calor contribuye a la dilatación de las venas y que sus paredes pierdan elasticidad, lo que dificulta el retorno sanguíneo desde las piernas hasta el corazón. Si a eso se le suma una mala postura prolongada, los efectos son mayores.