Los retailers utilizan hoy, más que nunca, soluciones digitales en su estrategia omnicanal para conseguir más autonomía y eficiencia en operaciones, ya sea en tiendas físicas o en cualquier otro punto de venta. La conexión efectiva entre el mundo físico y el digital sigue siendo el gran reto para el sector minorista de la alimentación.
La revolución de la industria es inminente y llegará a casi todos los sectores de la distribución. La automatización de los procesos y la revolución tecnológica en el universo omnicanal permitirán ofrecer servicios innovadores, haciendo que la experiencia de compra sea mucho más enriquecedora. Además, la transformación digital es la responsable de dar poder a los minoristas a través del dato, una gran herramienta de gestión.
En cuanto al sector alimentario, ya es una certeza que los supermercados tendrán que seguir apostando por la implementación de software logísticos que les permita optimizar sus operaciones para poder centrarse en el consumidor y en sus empleados. Estas soluciones deben complementar todas las etapas del proceso de la tienda, desde la gestión interna de la plantilla, la gestión de la información operativa de la tienda, hasta la integración de los programas de caja y fidelización.
En este sentido, se puede decir que Tlantic ha nacido con base en esta premisa y ha podido ayudar a las empresas de distintas formas. A través nuestros avanzados softwares de gestión, nuestros clientes pueden optimizar los procesos y crear su camino hacia la transformación digital con la última tecnología en el sector retail, alcanzando así una mayor eficiencia entre los mundos digital y físico.
Sin el cambio necesario para avanzar hacia una estrategia omnicanal, las empresas tradicionales del sector posiblemente serán superadas por una competencia cada vez más digitalizada. Aunque el comercio electrónico y el comercio físico no son antónimos ni se excluyen mutuamente, los límites y la complementariedad entre ambos son los que dan lugar a este ‘nuevo retail’.
El desarrollo del ecommerce
El comercio electrónico, casi tres décadas después de su nacimiento, todavía está en pañales. Aunque es adecuado para las compras individuales y planificadas, lo que hemos experimentado con el comercio minorista de alimentos demuestra que el ecommerce está lejos de ser un modelo estable para la compra digital de artículos diversos y de poco valor. Incluso en los casos más exitosos, el comercio electrónico de alimentos es irrelevante si se mide en proporción a las ventas totales. La proximidad y el precio de las tiendas físicas siguen siendo factores decisivos para los consumidores. Además, son el lugar de encuentro de personas, bienes y servicios, por lo que las tiendas seguirán siendo fundamentales para el negocio del retail.
En este sentido, el retail del futuro tendrá que predecir comportamientos y desarrollar una estrategia digital alineada con la tienda física, para permitir que todo el proceso se haga de forma global, con el objetivo de conocer los hábitos de consumo de la sociedad y garantizar que la estrategia omnicanal se haga realidad.
Marcelo Tupan, COO Tlantic.