Es lógico que las ayudas directas que está concediendo el Gobierno a autónomos y pymes sean para aquellos que peor lo están pasando por todo lo ocurrido estos meses. Y una manera de saber el grado de «sufrimiento» es si han dejado o no facturas sin pagar. Eso suponiendo que todo el mundo actúe de buena fe, que no es el caso.
Según leemos en VozPopuli, este requisito en la concesión de las ayudas (que ya se están repartiendo en Madrid, por ejemplo) ha desatado la picaresca entre autónomos y pymes. Muchos de ellos han dejado de pagar facturas para poder optar a estas ayudas. Esto ocurre, según las mismas fuentes, porque estos profesionales han hecho una gran esfuerzo los últimos meses para no tener deudas, mientras ven cómo quienes incumplen la ley y pagan a más de 90 días, iban a ser «premiados» con las ayudas.
«Estas ayudas se convierten en una herramienta que está dada a la picaresca porque estamos hablando de facturas pendientes de pago. En ningún caso de necesidades objetivas de liquidez de autónomos y empresas, porque podemos tener facturas pendientes de pago de meses anteriores«, ha indicado Eduardo Abad, presidente de UPTA, a VozPopuli.
Mientras que muchos autónomos han tenido que tirar de ahorros y de ayudas familiares para pagar costes fijos y deudas, durante más de un año, ven que ahora que su esfuerzo no solo no va a ser compensado, sino también castigado.
Aunque estos profesionales estén al borde de la insolvencia no pueden acogerse a las ayudas si no tienen deudas, una gran injusticia que ha provocado que muchos de ellos opten por cumplir los requisitos «a la fuerza».
