Según informan algunos diarios nacionales, el ejecutivo ha decidido retrasar hasta 2023 la entrada en vigor del nuevo sistema de cotización por ingresos reales para los autónomos. Además, los 3,2 millones de profesionales afiliados al RETA tendrán un periodo de 10 años para la adaptación de los trabajadores y la obligatoriedad de su implantación.
El nuevo sistema de cotización fue una medida muy criticada por las asociaciones de autónomos, por ello, el ejecutivo ha accedido a relajar las medidas, pero no ha renunciado a ellas. Concretamente, desde ATA llevaban tiempo diciendo que estos cambios excluirían a la mitad de los trabajadores por cuenta propia y que, además, supondría una subida de cuota para 700.000 autónomos.
«Hay tiempo suficiente para ir negociando. Está claro que esto no se puede llevar sin todos los informes técnicos necesarios: tiene que ser un sistema garantista», indicó Lorenzo Amor en declaraciones a ABC. «Lo más importante es que finalmente tendrá un plazo transitorio de 10 años para que tanto los autónomos que tengan que cotizar menos como aquellos a los que les corresponda cotizar más puedan hacerlo a largo plazo. Por otro lado, hay que destacar que el autónomo va a poder seguir eligiendo desde el 1 de enero de 2023 su base de cotización presuponiendo su rendimiento neto y luego se tendrá que poner de acuerdo o regularizar su situación en 2024 una vez que tenga presentada su declaración de la Renta».
Por otra parte, Eduardo Abad, presidente de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), valoró positivamente atrasar esta medida pero también lamentó que aún no hubiera una propuesta concreta sobre bases mínimas y tramos.
Abad propuso: «Exigimos al Gobierno que, de forma rápida, no tardando más de la finalización de mayo, tengamos ante nosotros el documento final en donde se especifiquen claramente cuáles son los tramos de cotización y cuáles van a ser las bases mínimas para los tramos».