Bitglass, la compañía de seguridad en la nube, ha publicado su informe sobre la seguridad de los empleados a distancia en 2021. Se trata de una encuesta a profesionales de TI y de seguridad para entender cómo el teletrabajo ha transformado los procedimientos de seguridad de las empresas en el último año.
Los datos de este informe muestran que la mayoría de las empresas (57 %) siguen teniendo más de tres cuartas partes de sus equipos trabajando a distancia. Un abrumador 90 % de las compañías aseguran que probablemente mantendrán estos altos niveles de trabajo remoto en el futuro debido a los beneficios de productividad que ofrece esta modalidad.
Además, el 53 % de las empresas afirman que están estudiando la posibilidad de convertir algunos puestos en remotos permanentemente cuando termine la crisis de la COVID-19, un porcentaje mucho mayor que cuando comenzó la pandemia (33 %).
¿Cuáles son los principales problemas de ciberseguridad?
A pesar de haber vivido un año completo de teletrabajo, muchas empresas todavía se sienten abrumadas y poco preparadas para proteger a los usuarios fuera de sus instalaciones. Las mayores preocupaciones en materia de seguridad en el trabajo a distancia son la filtración de datos a través de los puntos finales (68 %), la conexión de los usuarios con dispositivos no gestionados (59 %) y el acceso desde fuera del perímetro (56 %). A estas preocupaciones les siguen el cumplimiento normativo (45 %), el acceso remoto a las principales aplicaciones empresariales (42 %) y la pérdida de visibilidad respecto a la actividad de los usuarios (42 %).
Se necesitan más inversiones estratégicas para proteger la nube
Los profesionales de la seguridad reconocen que sus operaciones remotas requieren un ecosistema de TI cada vez más centrado en la nube, y el 71 % están de acuerdo en que su empresa abandonará los dispositivos y las herramientas locales en favor de la nube para facilitar el trabajo a distancia.
Sin embargo, aunque las empresas utilizan diversos controles para proteger el teletrabajo, la mayoría siguen enfrentándose a los retos que conlleva el uso de herramientas anteriores que no están bien adaptadas a las empresas modernas. Por ejemplo, las restricciones de ancho de banda, que tienen enormes implicaciones para la escalabilidad de las soluciones de seguridad, son citadas como la principal barrera para la protección del trabajo remoto, por un 41 %. En parte debido a este problema, la mayoría de las empresas (55 %) también han experimentado dificultades en el uso de las VPN en el último año.
«La habilitación de una fuerza de trabajo moderna requiere ecosistemas de TI más flexibles y exige una mayor dependencia de la nube, así como de las herramientas de seguridad en la nube», explica Anurag Kahol, director técnico de Bitglass. «El nuevo escenario del trabajo posterior a la COVID-19 precisará un entorno mixto de TI y seguridad, ya que los usuarios trabajarán tanto dentro como fuera de las instalaciones de las empresas. La adopción de la nube es fundamental para que esto sea posible y debería producirse más pronto que tarde.»