España mantiene su capacidad de atracción de inversión soberana y mejora su posición relativa. Está en el top 10 de países receptores de inversión, con 12 operaciones en el periodo enero 2019-septiembre 2020 de nueve fondos soberanos distintos, por un valor cercano a los 1.300 millones de euros.
Los sectores en los que los fondos soberanos fueron más activos son el tecnológico, con el 25% de las operaciones; servicios (18%) y ciencias de la vida (17,6%), según el último Informe fondos soberanos 2020, elaborado por el Center for the Governance of Change de IE University, en colaboración con ICEX-Invest in Spain. El informe analiza 165 operaciones por valor de 43.000 millones de dólares. Estados Unidos, Emiratos Árabes Unidos, China, India y México son los destinos de la mayor parte de la inversión soberana en 2020.
El informe ha sido presentado en un acto online, inaugurado por la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez, y la decana de la IE School of Global and Public Affairs, Susana Malcorra. Por su parte, el director del Sovereign Wealth Research del IE Center for the Governance of Change, Javier Capapé, ha detallado las principales claves de la publicación, que analiza las tendencias de estos grandes inversores internacionales durante 2020.
“Los fondos soberanos son un inversor de primer orden en España, no ya solo por su volumen, sino porque su presencia es estable a largo plazo y está altamente alineada con los objetivos de transformación productiva de España hacia una economía digital y más sostenible”, subrayó Xiana Méndez, secretaria de Estado de Comercio, durante su intervención. “Además, este informe refleja cómo la COVID-19 ha afectado a la actividad de los fondos soberanos en todo el mundo destacando que, a pesar de esta situación, España mantiene su capacidad de atracción de inversión y se sitúa entre los 10 principales receptores de inversión de fondos soberanos”.
Apuesta por el inmobiliario
Según sus autores, se observa la recuperación de las infraestructuras, ligadas al gas natural, transporte y telecomunicaciones, tras el análisis detallado de las 42 industrias donde invirtieron. También se mantiene la apuesta por el inmobiliario, con una inversión fuerte en el segmento industrial (almacenes, centros logísticos y naves industriales), unido a la apuesta contracíclica en oficinas y hoteles, tanto pre como pospandemia, que se demuestran valiosos para los inversores de largo plazo.
En el segmento tecnológico destacan las inversiones en empresas de alimentación sostenible, la búsqueda de fuentes de energía alternativa, el sector educativo (sobre todo el apartado de educación a distancia) y las empresas de fintech (pagos y neobancos, principalmente). Pierden peso las inversiones en soluciones de movilidad (muy invertidas en los últimos años). Los fondos soberanos participaron de manera prioritaria en empresas de biotecnología, muchas aún desconocidas y otras tan conocidas hoy por el desarrollo de vacunas frente al virus como BioNTech, CureVac o el proyecto detrás de la vacuna rusa, Sputnik V.
Con respecto al año anterior, el informe señala que las dosis de cambio en la inversión soberana se conjugan con la continuidad. Por destinos geográficos muestra una estabilidad excepcional, con inversiones por encima de la decena en Estados Unidos, China, Reino Unido e India respecto al número de operaciones de inversión.
Si se analiza el valor de las inversiones, sin embargo, aparecen dos países menos habituales en la parte alta de la tabla: Emiratos Árabes Unidos, por el mega-deal que cerró GIC junto a otros socios para gestionar los gasoductos de ADNOC, y México, por la adquisición conjunta de GIC y Abertis de un paquete accionarial de control en uno de los mayores operadores de autopistas del país.