Parece mentira pero, en unos semanas, se cumplirá un año del estallido de la crisis del coronavirus. Si bien el primer caso se detectó el 31 de enero en las Islas Canarias, no fue hasta el mes de marzo con la declaración del estado de alarma cuando la crisis se hizo palpable y azotó a todos los niveles de la sociedad.
En el plano empresarial se experimentó una transformación profunda que abocó a muchas empresas a iniciarse en el teletrabajo, adaptar sus estrategias, modificar sus ideas de negocio o, en los peores casos, a realizar ERTES o incluso cerrar. Desde Grupo SPEC, tecnológica española especializada en soluciones de control horario y accesos líder en España, Portugal y América Latina, se analizan los principales cambios que se han producido en la gestión empresarial en este último año.
Reinvención
Son muchas las empresas a las que la crisis les ha golpeado fuerte. Para muchas de ellas la salida ha sido la reinvención. Redirigir su negocio y adaptarse a las necesidades actuales ha sido su “tabla de salvación”. En este punto se encuentran sectores como el de la hostelería, que han visto en el delivery su permanencia, o empresas del sector textil que han reorientado su fabricación y han producido material de protección como mascarillas.
Implantación del teletrabajo
Sin duda alguna, una de las principales transformaciones que ha provocado la crisis sanitaria ha sido la implantación del teletrabajo. En muchas empresas, nunca se había dado y en otras, solo de manera puntual. Esto hizo aflorar en varias compañías una falta de puesta al día en materia tecnológica que tuvieron que remediar a marchas forzadas. En este punto, un problema con el que se encontraron fue la falta de un sistema de control horario de estos trabajadores en remoto o bien, la relajación en este aspecto cuando se trata de una obligación incluida en la ley de control horario.
Digitalización
Tras un año de pandemia, uno de los aspectos que más se ha puesto sobre la mesa es la digitalización. De hecho, según datos publicados el 80% de las empresas la aceleró a causa del Covid-19. Aquellas compañías que disponían de una adopción de la tecnología sólida y adaptable al entorno son las que mejor han sobrevivido. En este contexto, la automatización de tareas ha cobrado fuerza, sobre todo en tareas repetitivas y administrativas. Todo esto implica, por otro lado, un refuerzo de la seguridad informática.
En definitiva, la crisis sanitaria ha supuesto una aceleración de la transformación digital de las empresas, así como una definición de un modelo de negocio basado en el trabajo líquido. La pandemia ha dejado tras de sí organizaciones líquidas, con mayor flexibilidad laboral y apuesta por la medición del rendimiento por objetivos.