La moratoria hipotecaria fue una medida aprobada en abril de 2020 por el Gobierno, que permitía a los clientes aplazar los pagos de sus préstamos hipotecarios. Esta iniciativa, que acababa en septiembre, se reactivó el pasado 18 de enero y se puede volver a solicitar hasta el 31 de marzo. Por ello, el equipo de Housell, compañía de servicios inmobiliarios, ha analizado las distintas formas para poder recurrir a estas ayudas y sus posibles alternativas.
Quiénes pueden acceder a esta prestación
Tal y como figura en el BOE, solo los deudores de un préstamo hipotecario cuyas dificultades se han visto agravadas a consecuencia de la crisis sanitaria del coronavirus, pueden solicitar esta ayuda, siempre y cuando cumplan los requisitos que marca el Real Decreto:
- Personas en situación de desempleo.
- Personas cuyos ingresos o ventas se hayan reducido en un 40%.
- Unidades familiares cuyos ingresos sean inferiores al triple del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples mensual (IPREM): un ingreso inferior a 1.613,52€.
- Unidades familiares con miembros que tienen una discapacidad superior al 33% acreditada, una situación de dependencia o con una enfermedad que les incapacite permanentemente. En este caso, para poder solicitar la moratoria, los ingresos no deben superar los 2.151,36€ mensuales (cuatro veces el IPREM).
- Unidades familiares en las que alguno de sus miembros sufre una parálisis o enfermedad mental. Para recurrir a esta prestación los ingresos no pueden superar los 2.689,2€ (cinco veces el IPREM).
- Unidades familiares en las que más del 35% de sus ingresos netos se inviertan en el préstamo hipotecario y en suministros básicos.
- En caso de que se haya producido una alteración significativa de la economía familiar a causa de la covid-19. Lo que se traduce en que el peso de la hipoteca se multiplique por 1,3, como mínimo, afectando a la economía familiar.
¿Cómo solicitarla?
Para recurrir a estas ayudas es necesario presentar una serie de documentos en la entidad bancaria, que certifiquen que estos requisitos se cumplen.
- Si eres autónomo: un certificado de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria en el que figure el cese de actividad.
- Si estás en situación de desempleo: un documento de la entidad en el que figure cuánto cobras cada mes.
- Tener el certificado del Registro de la Propiedad con notas en las que figuren los miembros de la unidad familiar y las escrituras de compraventa y de la hipoteca.
- Presentar el libro de familia o documento de pareja de hecho, para indicar el número de personas que viven en tu vivienda, además del certificado de empadronamiento de cada uno y la declaración de discapacidad, dependencia o incapacidad.
Alternativas a la moratoria si no cumples con los requisitos
Si no cumples los requisitos para solicitar las moratoria, siempre puedes intentar recurrir a varias alternativas.
Pactar un aplazamiento con el banco. Este mecanismo consiste en pedir un aplazamiento de las cuotas hipotecarias, negociando las condiciones directamente con la entidad. “Aunque no se traduce en la suspensión de los pagos, sino en su suspensión durante un periodo de tiempo”; comenta Iván Terrero, responsable del servicio de hipotecas de Housell. Los criterios para conceder estas ayudas se han visto endurecidos en los últimos meses, “debido a la pérdida de estabilidad laboral y empleo en innumerables sectores”, añade.
Recurrir al periodo de carencia. Permite pagar una cuota mensual más reducida durante un tiempo determinado. En este periodo se pagarían únicamente los intereses o incluso se podría llegar a aplazar el pago total de las cuotas. “A la hora de recurrir a ello también hay que tener en cuenta que este préstamo encarecerá el precio de la hipoteca”, puntualiza Terrero, “ya que al volver a las condiciones originales se deberá abonar una cantidad mensual superior a la que se tenía originalmente”.
Aplicación del Código de Buenas Prácticas. Si los problemas para afrontar el pago de la hipoteca comenzaron antes de la crisis del coronavirus, siempre puedes acogerte a este código al que están adheridos la mayoría de los bancos. Este documento contempla medidas para reestructurar la deuda hipotecaria que los bancos aplican a clientes en situación de vulnerabilidad.
Extender el plazo de reembolso. Este mecanismo consiste en extender en el tiempo el pago de la hipoteca, para poder devolver el dinero en más tiempo. Puede ser una alternativa para reducir el importe de las mensualidades, aunque al tardar más en saldar la deuda, pagamos más intereses a la larga.