La empresa de ciberseguridad, ESET, ha publicado un estudio llevado a cabo entre 10 000 consumidores de todo el mundo que revela que un 42 % de usuarios utiliza una aplicación o plataforma financiera gratuita y, de ellos, el 50 % desconoce si la aplicación que usa vende sus datos personales a terceros.
El estudio revela importantes datos sobre cómo los consumidores protegen su información confidencial a la hora de utilizar aplicaciones financieras. Además de comprobar que la mitad de los usuarios que utilizan una aplicación financiera desconoce si el fabricante de la aplicación vende su información personal a terceros, el estudio resalta que menos de un tercio de los encuestados había leído las condiciones de uso antes de descargarse la app (31 %) o las políticas de privacidad (29 %), lo que muestra la actitud de los consumidores a la hora de protegerse a sí mismos o sus finanzas y el grado de vulnerabilidad al que están expuestos por las ciberamenazas como resultado.
Más de la mitad de los ciudadanos encuestados (52 %), según el estudio de ESET, utiliza una VPN, pero el 42 % se conecta a sus aplicaciones financieras a través de redes públicas. Incluso entre el 20 % de los que consideran que sus conocimientos tecnológicos son avanzados, uno de cada tres no cuenta con un gestor de contraseñas. Por el contrario, y como aspecto positivo, entre los que más aplicaciones utilizan (cuatro o más), el 22 % del total, la inmensa mayoría (93 %) cuenta con soluciones de seguridad instaladas en sus dispositivos. Para los que utilizan menos de tres aplicaciones financieras esa ratio, aunque es muy alta, se reduce al 85 %.
“Proteger los datos personales y la información financiera de los ciudadanos no ha sido nunca tan importante como ahora. La tecnología financiera juega un papel fundamental en la recuperación personal y de nuestra sociedad, por lo que las aplicaciones financieras y sus usuarios deben estar correctamente protegidos”, afirma Ignacio Sbampato, director de negocio en ESET. “El estudio que hemos llevado a cabo muestra la actitud que tienen hacia la seguridad los ciudadanos y hemos visto cómo muchas personas son muy vulnerables a los ciberriesgos, por lo que debemos asegurarnos de que la información más valiosa se protege con las tecnologías más avanzadas”.