En la última década, el freelancing ha experimentado un crecimiento superior al 40% en España, hasta alcanzar los 753.000 profesionales. Un importante incremento resultado de la creciente competitividad y digitalización del mercado, que ha fomentado la apertura del tejido empresarial a este tipo de perfiles, que contribuyen a impulsar la innovación a través de su contacto directo con las tecnologías más vanguardistas, su adaptabilidad y estar enfocados en resultados. A la hora de incorporarlos, las necesidades que más frecuentemente buscan cubrir las compañías son, según estos expertos, flexibilidad (82%), especialización o competencias específicas (80%) y eficacia (62%).
Así se desprende del informe ‘Panorama Freelance en Europa 2021’, elaborado por Malt en colaboración con Boston Consulting Group (BCG) y que, después de tres años, analiza por primera vez esta nueva fuerza laboral a nivel europeo a través de las opiniones de más de 2.300 freelance de Francia, Alemania y España. Concretamente, el informe analiza la situación de lo que el Foro Europeo de profesionales independientes (EFIP) cataloga como I-Pros, profesionales autónomos altamente cualificados especializados en el sector de las TIC que suman ya más de 3 millones en los tres países analizados.
«Como precursores de nuevas formas de trabajo (agilidad; aprendizaje continuo, centrado en los valores), los expertos freelance actúan como catalizadores de la transformación digital de las empresas y del nuevo modelo de trabajo. Una perspectiva interesante dado que más del 75% de los empleados encuestados por BCG después del primer período de cierre en Europa consideraron que lo digital es una prioridad para que su empresa gane en la nueva realidad y pensaron que su empresa debería invertir más en nuevas formas de trabajo», afirma Vinciane Beauchene, Managing Director & Partner de Boston Consulting Group (BCG).
Capacidad de toma de decisiones
Por su parte, Vincent Huguet, CEO & cofundador de Malt cuenta que «aunque los freelance han experimentado una ralentización de su actividad en los últimos meses, hemos visto un repunte de los proyectos externos incluso antes del final del primer confinamiento, especialmente impulsado por las empresas que buscan acelerar sus proyectos de transformación digital. Las empresas se están dando cuenta de que son las habilidades y destrezas de los consultores independientes lo que necesitan ahora más que nunca.
A diferencia de los trabajadores de la GIG Economy, en la que se les suele enmarcar erróneamente, el 86% de los consultores independientes españoles de la Talent Economy se sienten satisfechos con su trabajo y tres de cada cuatro (74%) no volverían a trabajar como empleados fijos, a pesar de que el 97% tiene experiencia previa como asalariado en una empresa.
Precisamente, una de las tendencias en el mercado de trabajo que está cobrando más fuerza es el concepto “Agentivity”, que define la capacidad de toma de decisiones de las personas, especialmente de los profesionales, algo que se ve confirmado por los resultados del estudio. Así, entre las principales motivaciones de los freelances para emprender su andadura por cuenta propia no fueron la “falta de oportunidades” o un “mientras tanto”, sino la capacidad para gestionar su tiempo con libertad (79%), decidir en lo relativo a su desarrollo profesional (69%) y elegir dónde trabajan (78%). Hoy día, ocho de cada diez (81%) afirman sentirse valorados por sus proyectos; una cifra superior a la media europea (70%).
Al ser preguntados sobre los principales retos a los que se enfrentan en su día a día, los freelance españoles señalan, entre otros, el acceso a la seguridad social (65%) y a la vivienda (55%). Una situación derivada de que, al trabajar por cuenta propia, este tipo de profesionales aún son percibidos en muchas ocasiones como «inestables», aunque sus cuentas sí lo sean. A estos obstáculos se une la problemática de negociar con los clientes, principal barrera para el 68% de los expertos independientes tanto españoles como europeos.