El sector sanitario tiene uno de los índices de Retraso Medio de Pago (RMP) más elevados de España. En el último cuatrimestre de 2019, las empresas de este sector registraron un retraso en sus pagos de 17,34 días, 3 días por encima de la media nacional, que se sitúa en 14,12 días, según el informe “7º Análisis del Comportamiento de Pago Empresarial”, realizado por Informa.
En el último año, el RMP en sector sanitario se incrementó considerablemente. Así, a finales de 2018, el retraso en los pagos en este sector se situaba en 15,70 días y, tras una leve bajada en el segundo cuatrimestre de 2019, finalizó el año pasado con una subida de casi dos puntos, algo que ha hecho que el sector se sitúe entre los que más tardan en pagar en España.
La factura electrónica mejora la puntualidad en los pagos
En este contexto, la factura electrónica aparece como una de las claves para mejorar el RMP, ya que el propio sistema refuerza la puntualidad en los pagos, puesto que no existen demoras en la facturación: la factura se emite en el momento en que se presta el bien o el servicio, el receptor la valida automáticamente -salvo que exista alguna discrepancia, que se comunica al instante para su resolución- y, en todo momento se conoce el estado de la factura y la previsión de cobro.
Impulso Europeo
La Unión Europea lleva años promoviendo la implementación de la factura electrónica en las transacciones comerciales del mercado interior. De hecho, todas las Administraciones Públicas europeas se encuentran, a día de hoy, operando con facturas electrónicas.
“Además de reducir de forma muy sensible el Retraso Medio de Pago (RMP) y aumentar la liquidez, la factura electrónica permite que las empresas accedan a nuevos canales de financiación. Todo ello conlleva a una mejora de relación con el cliente, puesto que tener un método de pago rápido y eficiente, ayuda a fortalecer la relación con los proveedores, lo que se traduce en una cadena de suministro más eficiente y, por lo tanto, en una mejor relación con los clientes”, comenta Alberto Redondo, director de marketing de SERES para Iberia y Latam.
Ahorro de costes
La factura electrónica ayuda también a reducir los costes. Según el Estudio sobre la implantación de la Factura Electrónica en España de SERES, en 2019, las empresas españolas que habían incorporado la e-factura ahorraron un total de 1.602.161.051 euros.
Por último, cabe destacar que la implementación de la factura electrónica en la empresa es un proceso sencillo, siempre y cuando se elija un proveedor de servicios adecuado. En este sentido, SERES, ofrece un asesoramiento personalizado a cada uno de sus clientes y se adapta a todas sus necesidades. De esta forma, las empresas pueden comenzar a disfrutar de todos los beneficios que ofrece la facturación electrónica desde el primer momento y de forma óptima.