La edición 42 de las Jornadas Logísticas CEL, titulada “Reboot Logistics. Liderando la transformación de las Cadenas de Suministro”, ha sido el marco de presentación del II estudio CEL en torno a “La Logística del e-Commerce” elaborado por el Centro Español de Logística (CEL) en colaboración con Everis, compañía multinacional de negocio, y el apoyo del Ayuntamiento de Coslada.
A lo largo del estudio, se recoge de forma cualitativa y cuantitativa el impacto de la actividad logística en el mercado online, dedicándole un apartado en esta segunda edición a los efectos tempranos del COVID-19 en las organizaciones, incluyendo el impacto en operadores y prestatarios de servicios, distribuidores y fabricantes, así como al efecto de las campañas (Black Friday, Navidad, Día del Padre, etc).
Para ello, en el informe se analiza la evolución de los principales indicadores del comercio electrónico en España y su impacto en la actividad logística; identificando los principales retos y tendencias para la mejora de la competitividad, eficiencia y sostenibilidad de las empresas del sector.
La logística del e-Commerce – digitalización y entregas físicas
Entre los grandes retos que afronta la logística, se encuentran la entrega física y la digitalización, ambos, ya presentes antes de la pandemia, pero que han visto aumentada su importancia como consecuencia del pico de demanda experimentado en algunos sectores desde marzo de 2020. En este sentido, el sector destaca cómo en estos meses de crisis sanitaria, la adaptación de las organizaciones en cuanto a implantación y asimilación de los profesionales a la tecnología ha experimentado una evolución equivalente a tres años.
Al respecto, tan sólo un 31% de los encuestados manifestaron contar con suficientes recursos tecnológicos para afrontar el incremento de la demanda, frente a más un 60% que adoleció de herramientas. En concreto, un 29% tuvieron que implementar o modificar herramientas para garantizar las entregas con las medidas higiénicas necesarias; un 31 % implementaron herramientas de teletrabajo y un 8% otras tecnologías para compartir información con terceros.
En cuanto a las entregas físicas, durante 2019, se mantuvo la constante de entregas en un 30%, sobre el total de transacciones, aunque a tenor de los primeros datos confirmados al comienzo del estado de alarma y el análisis cualitativo de los principales actores de la cadena de suministro, en 2020 se espera que se duplique en términos anuales, el porcentaje de las entregas físicas.
Otro de los datos que destacan en torno al comercio electrónico, como consecuencia del COVID-19, ha sido el incremento de los servicios de restauración con reparto. Por primera vez, en 2020, las entregas en restauración -conocidas como “delivery”- se “han colado” en el ranking de las diez principales ramas de actividad con mayor porcentaje de transacciones del comercio electrónico con un 2,5%.
Respecto al cuarto trimestre de 2019, se registraron más de 226 millones de transacciones, un 11,4% más respecto al periodo anterior, siendo la moda y las prendas de vestir (5,3%) y los grandes almacenes (5,21%) las actividades que lideran las transacciones con entrega física.
En cuanto al porcentaje de volumen de negocio, los sectores de actividad con mayores ingresos -como en periodos anteriores- fueron las agencias de viajes y operadores turísticos, con el 12,5% de la facturación total; el transporte aéreo (7,1%) y las prendas de vestir (6,6%), en tercer lugar.
Sin embargo, respecto a esta evolución del volumen de negocio del comercio electrónico, en 2020 -ya iniciada la crisis sanitaria a nivel mundial- se experimentó por primera vez en cinco años, la reducción de la cifra total del volumen de negocio con respecto al trimestre anterior. La incertidumbre y el descenso en los desplazamientos, así como el ocio, viajes y adquisiciones de billetes, repercutió en la caída de la facturación.
“A pesar de la pérdida en las adquisiciones en las actividades que tradicionalmente tenían más compra digital, los datos repercutirán en las compras de bienes intangibles, pero se prevé una repercusión significativa en el aumento de entregas físicas respecto a los grandes picos de demanda”, comentó Ramón García, director de Innovación y Proyectos del Centro Español de Logística.