“Si puedes triunfar allí, lo puedes hacer en cualquier parte”, esto cantaba, Frank Sinatra a finales de los años 70, refiriéndose a Estados Unidos. La leyenda del conocido también como el país de las oportunidades le precede, donde se dice que si trabajas duro, el éxito está asegurado; pero, ¿hasta qué punto es real ese sueño americano para los emprendedores? ¿Es más fácil crear una startup allí que en España? ¿Cuáles son los beneficios fiscales? ¿Qué diferencias hay entre el ecosistema emprendedor de Silicon Valley y el de España?
Una de las diferencias más latentes es el espíritu emprendedor de cada país. Según el Informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM), Estados Unidos tiene una de las tasas emprendedoras más altas del mundo. España, aunque con una tasa de emprendimiento menor a la estadounidense, va consolidando un ecosistema fuerte. Según datos del Mapa del Emprendimiento 2020 elaborado por Spain Startup – South Summit, emprender en España responde a una opción meditada y vocacional. La mayoría de emprendedores lo hace por oportunidad; solo un 1% se encontraba anteriormente en situación de desempleo. Asimismo, España cuenta con un ecosistema de emprendedores en serie, pues el 63% ya han creado más de dos startups a lo largo de su trayectoria.
Además de esta comparativa sobre el espíritu emprendedor de ambos países, otra de las diferencias más llamativas recae en la burocracia administrativa. De nuevo, según datos del Mapa del Emprendimiento 2020, una de las mayores quejas de los emprendedores españoles son las trabas administrativas para poner en marcha un nuevo negocio: el 67% afirma que la regulación fiscal para startups es una de las principales áreas que necesitan mejorar y un 74% apunta a la necesidad de facilitar el acceso a la financiación.
Trabas que no facilitan la creación de negocio en España, que sigue a la cola a nivel mundial, mientras que EEUU ocupa la quinta posición. Una situación mejorable con el apoyo de instituciones públicas y privadas al emprendimiento, que es el motor para la innovación y el avance de un país, como pusieron de manifiesto numerosos expertos durante South Summit 2020.
En cuanto al tipo de startups que se crea en cada país, en España los sectores que más destacan son Fintech, Health y Educación, estas dos últimas muy vinculadas a las principales demandas del mercado por la pandemia de la Covid-19. Sectores que también despuntan en el país americano, con un fuerte peso a las startups Tech, con Silicon Valley como epicentro.
Aún hay pocas emprendedoras
Entre las características en común de ambos ecosistemas destaca la poca diversidad de los equipos fundadores de startups. En España el ‘gender gap’ se mantiene en la tendencia de años anteriores: solo un 18% de mujeres toma la decisión de liderar un proyecto emprendedor. En Estados Unidos tampoco mejora esta cifra. Es más, un reciente estudio de Notion Capital afirma que cada vez más startups están llegando a ser unicornios, pero solo uno de cada cinco están liderados por mujeres.
No obstante, en un mundo global, mucho más conectado incluso a raíz de la Covid-19, la conexión entre diferentes ecosistemas de innovación y emprendimiento de cualquier parte del mundo es clave para el éxito. Lo importante recae en el propio modelo de negocio, más allá de dónde está ubicado, porque las fronteras se diluyen.
Por esta razón, ahora más que nunca, es necesaria esa conexión entre diferentes regiones para crear oportunidades de forma global. Una misión que recae en los propios emprendedores y también en las corporaciones, instituciones y gobiernos. Esta fue una de las principales conclusiones de Tracey Marie Lane, economista del Banco Mundial, durante su intervención en la última edición de South Summit, el encuentro omnicanal ideado para la conexión del ecosistema emprendedor y de la innovación, donde se generó un importante debate sobre los ecosistemas emprendedores mundiales.
En su intervención en South Summit, bajo el título ‘Govtech, a global partnership: Putting people first’, Tracey Marie Lane destacó la importancia de crear una alianza global donde la prioridad principal sean las personas., sobre todo a raíz de la pandemia de la Covid-19. “Es necesario que los ministros de finanzas actúen con urgencia, con flexibilidad y transparencia a corto plazo” afirmó. “Los países también deberían evaluar sus estrategias a largo plazo para crear reservas fiscales para responder a futuras emergencias, con el objetivo principal de proteger a los ciudadanos”.
En esta línea también participó en South Summit, Idoia Ortiz de Artiñano, fundadora y directora del Public TechLab de IE University, y una de las 100 personas más influyentes del mundo en gobierno digital según la plataforma ‘Apolitical’. Durante su intervención, señaló las grandes barreras que las instituciones públicas encuentran a la hora de responder a situaciones imprevistas y la necesidad de repensar lógicas de eficiencia, agilidad e impacto. “Las líneas prioritarias en los planes de transformación digital del gobierno de España son las relacionadas a las áreas de empleo, justicia y la sanidad. Los fondos de recuperación europeos y el plan España Digital 2025 suponen una gran oportunidad para poder modernizar nuestras instituciones y mejorar la provisión de servicios públicos a la ciudadanía”, aseguró.