IMF Institución Académica celebró hace unos días un encuentro digital con varios expertos en ciberseguridad para analizar los posibles riesgos ante el aumento del teletrabajo consecuencia de la pandemia.
Junto al moderador, Manuel Carpio, tutor del Máster de Ciberseguridad de IMF Business School y miembro del Foro Nacional de Ciberseguridad, estuvieron personalidades como Javier Ruiz de Ojeda, Product Manager de Cyber Academy Deloitte; Jaime Guillermo
Ferrer Marfil, Security Architect Threat Intelligence Incident Response; Marco Lozano, responsable de Servicios de Ciberseguridad de INCIBE; y Omar Jesús Orta Pedroza, director de Transformación Digital en Grupo Oesía.
Manuel Carpio comenzó con una contextualización sobre la aceleración del teletrabajo en nuestro país. Al comienzo de la pandemia, en España apenas el 4% trabajaba en remoto, y, en la actualidad, el aumento ha sido del 88%. “Las empresas han tenido que realizar una transformación digital acelerada y forzada a raíz del confinamiento. El teletrabajo ha propiciado un aumento de nuestra exposición a Internet y, por consiguiente, una mayor probabilidad de ser víctima de un ciberataque”.
Por ello, el experto considera fundamental “que la empresa garantice a los empleados que trabajan fuera de la oficina que cuentan con conocimientos, aunque sea básicos, sobre ciberseguridad”.
Javier Ruiz, por su parte, explicó cómo los ciberdelincuentes han aprovechado este contexto para perfeccionar sus amenazas. De hecho, la actividad contra las compañías ha repuntado a niveles de más del 50% a raíz de que la seguridad de las empresas se ha visto debilitada. Un informe de McAfee señala que el cibercrimen tiene en la actualidad un impacto en la economía mundial de
490.000 millones de euros.
Especialmente en las pymes que sufren estos ataques, puesto que un 60% de ellas no logra recuperarse. “Estamos poniendo especial foco en proteger a las pequeñas y medianas empresas, que son las que menos recursos tienen”, añadía Marco Lozano.
Intensificación de ciberataques contra hospitales y contra la OMS. No todos los sectores han sufrido por igual esta amenaza.
Durante el COVID-19, los cibercriminales han intensificado sus ataques deliberados contra infraestructuras críticas como las de los
hospitales, además de contra la Organización Mundial de la Salud, ya sean hacia sus altos dirigentes o hacia sistemas y equipos de la OMS implicados en la gestión de la crisis desplegados en algunos estados. Sin duda, el sector salud ha sido un foco muy atractivo para los cibercriminales por la poca implementación que tienen en sistemas de seguridad.
En ciberseguridad, aseguraron los expertos, la formación juega un papel fundamental. De hecho, es igual de importante el despliegue de medidas técnicas en una empresa que trabajar en la concienciación de los empleados acerca de los riesgos derivados del uso de internet y de las nuevas tecnologías.
Hasta el punto de que una mala praxis podría derivar en el cese de actividad de la propia empresa. “Educar en ciberseguridad no es costoso, solo lleva tiempo y es mejor eso a recibir ciberataques constantemente y tener que pagar las consecuencias”, explicaba Omar Jesús Orta.