Tienes un PC con Windows 10, pero últimamente notas que los tiempos de arranque son demasiado lentos y no entiendes qué está ocurriendo. Si te encuentras en esa situación no te preocupes, encontrarás ayuda en este artículo que publicamos el pasado mes de julio.
Si ya has probado todos los consejos que te damos en dicho artículo y tu PC con Windows 10 sigue mostrando tiempos de arranque demasiado largos puedes estar tranquilo, ya que puede que esta situación esté provocada por el sistema de inicio rápido que incluye el sistema operativo de Microsoft.
Ya sé que puede parecer contradictorio y difícil de entender que una opción de inicio rápido acabe teniendo justo el efecto contrario, pero en este caso la explicación no es nada complicada. El inicio rápido tiene como objetivo, como su propio nombre indica, reducir el tiempo de arranque del PC. Esto quiere decir que debería estar activado si queremos evitar que un PC con Windows 10 tarde en arrancar, pero puede tener justo el efecto contrario.
La clave está en el propio funcionamiento del sistema de inicio rápido, que lleva al equipo a una especie de modo de hibernación y realiza un volcado de la configuración del sistema, lo que puede acabar generando conflictos y errores que, al final, acabarán siendo los culpables de que se produzca un inicio tan lento.
No es un problema demasiado extendido, pero sigue presente, así que si tu PC con Windows 10 tiene un inicio muy lento deberías probar a desactivar el inicio rápido. Para hacerlo solo tienes que seguir esta ruta: Panel de Control > Hardware y Sonido > Opciones de Energía > Cambiar las acciones de los Botones de Inicio y Apagado.
Si posteriormente queréis volver a activar el inicio rápido solo tendréis que repetir el proceso, sin más. En caso de que esto no os funcione os recomiendo seguir las siguientes indicaciones:
- Haz un análisis completo en busca de malware.
- Utiliza la herramienta de optimización de unidades de almacenamiento de Windows 10.
- Comprueba que tu PC no tiene problemas de temperatura, y descarta errores y fallos a nivel de hardware.