A corto plazo, parece que podría haber una ruta algo predecible para la reapertura de las economías globales. Sin embargo, en muchos mercados, incluido el de España, estos planes han vuelto a la incertidumbre. A las empresas se les presenta un nuevo enigma: cómo planificar mejor para una variedad de posibles escenarios de apertura sin que las consecuencias de una recesión económica sean letales.
En este clima incierto, la tecnología es clave. De hecho, el 80% de las empresas cree que será fundamental para su recuperación y un tercio está invirtiendo activamente en esta. Es importante que los dueños de negocios reexaminen sus operaciones y pongan un mayor énfasis en la flexibilidad y la agilidad.
Las personas en el centro
El COVID – 19 ha dejado claro que las personas siguen siendo el activo más importante de una organización. Si los empleados están enfermos o carecen de acceso a datos y sistemas cruciales mientras trabajan de forma remota, el negocio se paraliza. Asegurar que permanecen protegidos y apoyados debe seguir siendo la prioridad número uno para todas las organizaciones.
Para hacer esto, puede ser necesario que los empleados continúen trabajando de forma remota a largo plazo. Debería fomentarse, como mínimo, permitir horarios de trabajo más flexibles. Las empresas no deberían temer este cambio; curiosamente, el 39% de los trabajadores que realizan sus funciones desde casa son más productivos que los que se encuentran en la oficina.
Proteger al personal requiere un plan de trabajo más individualizado y una comprensión profunda y en tiempo real de sus circunstancias. Sin embargo, esto es difícil cuando la información de RRHH, nóminas y otros datos relevantes se almacenan en toda la empresa. El uso de herramientas basadas en la nube para integrar datos empresariales garantiza que las empresas tomen las mejores decisiones para el personal basándose en la información más amplia posible.
La automatización permite alcanzar la eficiencia
Cuando se trata de mantener la agilidad frente a la interrupción y la incertidumbre, es vital reducir la cantidad de horas dedicadas a las gestiones básicas de administración. En funciones clave como RRHH y cuentas, la entrada de datos repetitiva y las tareas de procesamiento como escanear facturas o actualizar formularios desperdician tiempo. De hecho, el 70% de los directores financieros sienten que la administración agregada tiene un impacto significativo en la productividad del equipo.
Las empresas quieren que sus ejecutivos se concentren en analizar e interpretar los datos, no en administrarlos. La automatización de procesos robóticos (RPA) pueden liberar a los gerentes de tareas rutinarias que requieren mucho tiempo. Al aplicar la automatización en todas las funciones comerciales principales, las empresas liberan un tiempo valioso y potencian la productividad en todos los ámbitos. Tres cuartas partes de las empresas ya automatizan muchos de sus procesos, y el 86% afirma que ha aumentado su productividad.
Un continuo crecimiento
Lo más importante que deben tener en cuenta las empresas son las necesidades de sus clientes. A medida que las condiciones del mercado continúan fluctuando, los clientes buscarán constantemente nuevos productos y servicios. Identificar estas necesidades desde el principio y pivotar rápidamente para satisfacerlas será donde se encuentren las nuevas oportunidades de crecimiento.
La innovación se correlaciona fuertemente con la rentabilidad, por lo que es importante que las organizaciones la traten como un proceso constante, incluso en tiempos difíciles. Al adoptar una metodología más ágil, basada en la nube y centrada en el ser humano, las organizaciones pueden capear la interrupción e incluso emerger más fuertes para ella.
“El éxito en el presente consiste en priorizar lo más importante para los empleados y clientes, y garantizar que se pueda seguir cumpliendo. Los últimos meses han sido difíciles y disruptivos, pero también han sido extremadamente innovadores para las empresas”, destaca Carles Ransanz, vicepresidente Direct Sales & Enterprise Market de Sage. “Con la probabilidad de una segunda ola está claro que no hay vuelta a la normalidad. Las empresas no deben volver a caer en viejos hábitos, sino duplicar y expandir los canales y servicios digitales que les han servido bien en los últimos meses”, concluye.
