VUCA es un acrónimo utilizado para definir, describir o reflejar la volatilidad, incertidumbre (uncertainty en inglés), complejidad y ambigüedad de condiciones y situaciones. Este análisis de situación, que se realiza en época de crisis, fue creado por el ejército estadounidense para estudiar todas las situaciones que podían producirse en el período de la Guerra Fría. En los 90 se popularizó este término, que se ha ido aplicando progresivamente en los campos de estrategia empresarial.
Cómo adaptarse
Para que tu empresa se adapte al entorno VUCA de la mejor manera posible, hay que tener siempre en mente dos claves: el conocimiento y la predictibilidad. Para que estos dos factores permanezcan en el centro del negocio, lo más importante es enfocar la estrategia empresarial hacia ellos, abordándolo desde dos ángulos diferentes pero complementarios: la formación constante y la preparación para los cambios.
El primer ángulo hace referencia a un entorno con continuas innovaciones y descubrimientos tecnológicos, en el que es indispensable mantener nuestros conocimientos adaptados y actualizados.
El otro ángulo es aquel que apuesta por una correcta y eficaz capacidad para hacer frente a las novedades y dificultades que puedan aparecer. Para esto, es necesario que nuestra cultura empresarial se cimiente sobre valores como el esfuerzo y la perseverancia.
Además de un cambio filosófico, también es necesario un cambio estructural que permita abordar todas las cuestiones derivadas del entorno VUCA. Así, es recomendable que nazca la figura del líder como sujeto que guiará a la plantilla por el camino hacia la adaptación frente a los nuevos tiempos, tal y como asegura Bizneo. El líder debe:
- Enfrentarse a la volatilidad del mercado con una visión amplia del futuro.
- Entender la incertidumbre como una característica más del mercado, buscando siempre formarse y mantenerse actualizado para así anticiparse a los cambios.
- Cambiar la complejidad del entorno VUCA por una serie de tareas y misiones pequeñas que se traduzcan en una mayor sencillez y claridad dentro de la empresa.
- Combatir la ambigüedad con agilidad. En otras palabras, desarrollar una rápida capacidad de reacción que permita estar preparado para cualquier cambio inesperado derivado de la ambigüedad.
Cinco claves para el entorno VUCA
Además de adoptar la figura del líder, la empresa puede aplicar cinco claves indispensables para fortalecerse en un entorno VUCA.
- Resiliencia: la empresa debe ser capaz de reaccionar ante los retos inesperados. Nada de bloqueos.
- Visión holística: el mundo globalizado nos exige mantener un campo de visión amplio para poder entender bien todos los procesos.
- Optimismo: con este nos referimos a que, en un entorno VUCA, también pueden aparecer oportunidades inesperadas si sabemos mirar las situaciones con una perspectiva positiva.
- Habilidad social: aunque predomine la tecnología, no podemos olvidarnos del factor humano y el valor que este aporta a la compañía.
- Aceptación: el entorno ya no es estático y, probablemente, solo evolucionará hacia una mayor volatilidad. Asúmelo y aprende a sacarle partido.
VUCA+H
En la actualidad, debido a la aparición de las nuevas tecnologías tenemos que hablar de VUCA+H, con la hache de hiperconectividad. “La tecnología ha cambiado casi todo y las capacidades digitales se han popularizado dejando de ser un ámbito solo para expertos. Cualquiera tiene la posibilidad de estar conectado a la información y al conocimiento”, según asegura en declaraciones que recoge El Confidencial, Jesús Charlán, profesor de ESIC Business & Marketing School.
Es la transformación que las empresas están obligadas a adaptarse al ecosistema digital.
«Las compañías deben saber reaccionar a los diferentes escenarios, evitando el inmovilismo en una época de cambios constantes e inmediatos”, apunta Carlos Dalmau, director de soluciones Internacionales de Banco Sabadell. En su opinión, las empresas deben de diferenciar dos momentos clave en su vida: “La actuación a corto plazo, destinada a gestionar los cambios tanto de las cadenas de suministro como de los cambios de tendencia de los clientes, y la actuación a medio/largo plazo, que asegure su continuidad”.
Sin duda, la digitalización es la palanca para salir de este entorno convulso y las empresas que antes de la crisis ya habían afrontado su transformación digital son precisamente las que han sido capaces de reaccionar de forma más rápida y eficiente.