Muchas de las dudas que se generan en el ecosistema pyme en torno a la implementación tecnológica tienen que ver con los propios procesos y, por supuesto, con la rentabilidad y los retornos de la inversión. Más aún, si nos movemos en un escenario de desaceleración como el que ya estamos observando que vendrá tras la COVID-19.
Siendo así y, con la urgencia de volver a poner en marcha unos negocios seriamente dañados, la principal preocupación de las pymes será la reconstrucción y la búsqueda de fórmulas para volver a la senda del crecimiento. Para ello, la tecnología será, una vez más, crítica, como ha demostrado serlo durante estos meses de confinamiento.
En este sentido, el cloud y los modelos de explotación tipo SaaS o pago por uso, han mostrado, con más claridad que nunca, sus fortalezas frente a otras fórmulas mucho menos flexibles y escalables. En los próximos meses, seguirá siendo así porque como explica Isabel Pomar, CEO de Datisa “los ERP en cloud proporcionan una amplísima batería de servicios, ya sea mantenimiento, actualización, alojamiento, etc. y, sobre todo, aportan una transparencia exquisita en cuanto a los gastos. Transparencia que, además, facilita la planificación y el control de costes, algo que siempre es determinante, por supuesto, pero más aún, en un momento en el que las empresas deben centrar todos sus esfuerzos en retornar sus negocios a la senda del crecimiento”.
Desde Datisa se muestran algunas de las razones por las que las pymes optarán por implementar ERP en cloud y SaaS para reducir sus costes durante la desescalada y la nueva normalidad:
Reducción de costes
Un alojamiento in house implica costes de infraestructura, mantenimiento o seguridad, elevados. Además, obliga a que las áreas de TI, si las hay, dediquen tiempo y recursos para la reparación de un hardware que pronto queda obsoleto, el mantenimiento de los servidores o garantizar que todos los firewalls y medidas de seguridad permanecen operativas y actualizadas. Si la pyme no dispone de un departamento de TI, algo muy habitual, deberá subcontratar el servicio, lo que supondría mayores costes aún.
Con un ERP en la nube, alojado en servidores externos, la empresa se desentiende del coste de mantenimiento y de todo tipo de responsabilidades técnicas y de seguridad. El único coste que deberá asumir se reduce a una cuota de suscripción mensual, puede ser también incluso, en función del pago por uso que haga del sistema, en la que se incluirán todos los servicios asociados al software -mantenimiento, actualizaciones, seguridad, formación, soporte técnico, …- De este modo, todo el tiempo y los recursos -económicos y personales- ahorrados, se podrán poner en marcha otras iniciativas orientadas más a la innovación y al crecimiento.
Desaparición de grandes inversiones iniciales
Adentrarse y navegar en una crisis como la que se prevé para los próximos meses hace que las empresas, especialmente las pymes, paralicen sus inversiones. Pero con un ERP en la nube y con fórmulas de explotación como el SaaS, la baja inversión inicial significa que las empresas (especialmente las pequeñas y medianas empresas) pueden beneficiarse de los conocimientos esenciales, la información y las características de un sistema ERP sin pensar en un gran desembolso inicial que podría crear serios problemas a su liquidez.
Actualizaciones automáticas
Actualizar y corregir errores no debe estar entre las preocupaciones de los usuarios del software, aunque esas actualizaciones sean estratégicas para la viabilidad del negocio. Los softwares como servicio eliminan estas preocupaciones y ahorran dinero ya que se incluyen entre los servicios facturados mensualmente. Así, en lugar de prestar servicio constantemente a un sistema que se desactualiza lentamente, la organización tendrá acceso instantáneo a la última tecnología ya que el proveedor del ERP en la nube se encarga de todo.
Apuesta por la escalabilidad
Apostar por la escalabilidad es apostar por el futuro, por tecnología que no solo atenderá las necesidades actuales, sino que se adaptará a los requerimientos que puedan presentarse también en el medio/largo plazo cuando, previsiblemente, las condiciones económicas mejoren. La flexibilidad de pagar mes a mes y de agregar o eliminar fácilmente módulos en función de la expansión o contracción del negocio, proporciona la estabilidad y la confianza que necesitan las organizaciones para invertir en tecnología.
Integración como parte del crecimiento
Los ERP en la nube que proporcionan capacidad de integración con otros aplicativos, ya sean CRM, BI o plataformas e-commerce también ahorran costes. No es necesario invertir en soluciones excesivamente complejas y que abarquen áreas que no siempre serán de utilidad para la organización. Abrir la puerta a la comunicación con otros aplicativos, permite usarlos cuando sea necesarios y desconectarlos cuando no lo sea. La integración, además, también facilita el acceso a soluciones más avanzadas e innovadoras y, por supuesto, automatizan procesos y ahorran tiempo.