Según el Estudio de la Gestión del Riesgo de Crédito en España, de Crédito y Caución e Iberinform, el tejido empresarial español prevé un cambio en los niveles de impago que soportan sus relaciones comerciales. Así, el 44% de las empresas espera poder mantener bajas tasas de impago (inferior al 1% de la facturación), frente al 75% que operaba con esos niveles en 2019.
En el resto de las franjas, se duplica el número de empresas con tasas más elevadas:
- El 34% del tejido empresarial sufrirá impagos moderados (1%- 3% de la facturación)
- El 17% se encuentra en la franja alta (3%-10% de la facturación)
- Un 5% en la franja extrema.
El crecimiento de las tasas de impago es un elemento desestabilizador de la operativa empresarial, ya que anula el margen de la operación y genera una pérdida de todos los costes asociados a la fabricación del bien o el servicio.
Las medidas adoptadas durante el estado de alarma han obligado al 86% de las empresas a reducir actividad productiva y comercial. Esta hibernación económica ha sido muy relevante para el 43% de las empresas, que han tenido que renunciar a más de la mitad de su operativa habitual. El caso extremo, del cierre total, afecta al 5% de las empresas que han participado en este estudio.
En este contexto, el 72% de las empresas esperan una caída de su facturación, frente al 14% que prevén mantener intactos sus ingresos y un 15% que espera un incremento. Las previsiones sobre el impacto en la rentabilidad son más suaves, un indicador del intenso trabajo que está realizando el tejido empresarial sobre su estructura de costes para poder adaptarse a los nuevos niveles de actividad. Las empresas que prevén una caída de la rentabilidad se reducen al 59% y un 26% confía en poder mantenerla.
El tejido empresarial muestra su confianza en un cambio de tendencia en 2021. Un 55% de las empresas espera que sus niveles de facturación vuelvan a remontar, una tasa que más que duplica a las empresas que esperan mantener la caída de ingresos.