El COVID-19 tendrá un fuerte impacto en la compra venta de viviendas y, por tanto, castigará severamente a las pequeñas inmobiliarias. “Podrían desaparecer entre 10.000 y 15.000 agencias inmobiliarias en el mercado nacional, lo que supondría un aumento del desempleo en el sector de hasta un 25%, afectando a más de 35.000 profesionales”, lamenta Emiliano Bermúdez, subdirector general de donpiso.
Esta empresa prevé que muchas agencias pasarán serias dificultades para mantener la rentabilidad de sus negocios, sobre todo, entre aquellas con escaso pulmón financiero y pocas capacidades para competir en un mercado más reducido y complicado.
Todo ello estará provocado por una caída de las transacciones de compraventa entre un 20% y un 25%, durante 2020. Esta es una de las claves que se desprende del último informe elaborado por donpiso, que intenta poner luz a las dudas sobre el impacto que tendrá la crisis económica generada por el coronavirus en el real estate en general, y en el mercado residencial, en particular.
Además de la caída en el número de operaciones, donpiso prevé un descenso en el precio de la vivienda que oscilará entre un 8% y un 10% interanual a cierre de 2020. En este sentido, el estudio anticipa una disminución de la demanda, sobre todo en inmuebles del segmento de precios medio, medio-bajo. Asimismo, también sufrirá una notable caída la demanda de segundas residencias y de viviendas vacacionales, debido, principalmente, a la severa reducción de la inversión extranjera en el mercado residencial español durante los próximos meses.
“Contemplando una vuelta a la actividad antes del verano, prevemos que, en el primer trimestre de 2021, el sector inmobiliario volverá a situarse en una fase expansiva real, impulsado por un fuerte crecimiento de la economía”, destaca Emiliano Bermúdez, subdirector general de donpiso.
Poco impacto en el alquiler tradicional
En cuanto al mercado del alquiler, el COVID-19 no tendrá un gran impacto en el mercado del alquiler tradicional. Según el estudio de donpiso, la crisis perjudicará sobremanera al alquiler turístico y al mercado de segundas residencias, que podrían sufrir caídas de hasta un 30% en el número de transacciones y de entre un 15% y 20% en los precios.
Por último, la inversión inmobiliaria recuperará, en el último trimestre de 2020, la buena senda por la que venía caminando en los últimos años durante los últimos años. En esta mejoría serán determinantes la baja de precios prevista en el mercado, lo que generará atractivas oportunidades de inversión, y las facilidades que se darán para el acceso a financiación.