Cada vez hay más voces que hablan de una posible implementación de una jornada laboral de cuatro días a la semana. Y parece ser que, al menos de momento, esta iniciativa está bastante bien vista entre los emprendedores.
Casi tres cuartas partes de los mismos, el 74%, cree que implantar la semana laboral de cuatro días repercutiría positivamente en su productividad, argumentando que lo importante es ser eficiente en el trabajo, no el número de días u horas invertido.
Esta es una de las principales conclusiones del estudio llevado a cabo por Loom, la compañía de espacios de trabajo flexible de Merlin Properties, entre los usuarios de dichos espacios.
Ante la posibilidad de elegir, el 59% prefiere, además, distribuir su horario en base al cumplimiento de unos objetivos en lugar de regirse por la jornada clásica de lunes a viernes, y el 39% optaría por organizar la semana laboral según unos días de preferencia no necesariamente consecutivos.
De hecho, más de la mitad de los encuestados, el 56%, afirma que la flexibilidad es imprescindible para su trabajo y en la actualidad ellos mismos diseñan sus propios horarios y desde dónde trabajan. Es más, apenas un 6% se siente más cómodo trabajando en su mesa o despacho habitual y entrando y saliendo de trabajar a unas horas prefijadas.
Los emprendedores ven complicado adaptarse al registro horario
En línea con estas prioridades, no es de extrañar que el sistema de registro horario sea recibido con cierto escepticismo por parte de la comunidad emprendedora. Dada la naturaleza de su trabajo, los usuarios de espacios de trabajo flexible consideran que cada uno debe autoimponerse las horas de dedicación que considere para sacar su proyecto adelante (así lo cree el 48%), mientras que un 35% entiende que el registro es necesario desde un punto de vista de la oficina tradicional, pero que cuando se trata de un proyecto de emprendimiento es muy difícil acotar la jornada laboral a un número determinado de horas.
Nuevas formas de trabajar, pero también de organizar el espacio
Aunque la mitad de los emprendedores (el 48%) se siente más cómodo trabajando en una oficina con una distribución tradicional repartida en zonas comunes y despachos, las alternativas a este modelo empiezan a coger fuerza.
El 26% de los encuestados prefiere los espacios abiertos en los que todas las zonas son comunes, y el otro 26% restante valora la posibilidad de rotar de puesto físico dentro de la oficina o incluso entre diferentes oficinas pertenecientes a la empresa.
Dentro del lugar de trabajo, también es importante que este cuente con una serie de extras más o menos tangibles. Los emprendedores prefieren un diseño del espacio inspirador y la posibilidad de disfrutar de un calendario de actividades extracurriculares diverso y enriquecedor a unas oficinas céntricas próximas a las zonas comerciales o incluso a su domicilio.
Y un dato aún más significativo. Un mayor porcentaje de los encuestados prefiere que su oficina disponga de servicio de fisioterapia (54%) a que cuente con aparcamiento (49%). Otros de los servicios adicionales mejor valorados son el de guardería y sala de siestas (con un 12% en ambos casos), o que el espacio sea pet-friendly (11%).
El bienestar personal es otro de los aspectos más reivindicados por los profesionales dentro del lugar de trabajo. La posibilidad de asistir a talleres de alimentación saludable es la opción más demandada, ligeramente por delante de la de recibir talleres de gestión del estrés (concentración, calidad del sueño, etc.) o de bienestar emocional (gestión de los estados de ánimo, de las emociones o de la autoestima).
“Estos datos confirman que existen tantas formas de trabajar como proyectos y perfiles profesionales. Con sus hábitos, los emprendedores al cargo de los proyectos más innovadores demuestran que un enfoque empresarial exitoso puede empezar por algo tan sencillo como la forma de organizar el trabajo, y por eso en Loom siempre hemos prestado especial detalle a este aspecto a la hora de concebir y diseñar los espacios”, explica Paula Almansa, CEO de Loom.