Estamos en 2020 y los portátiles siguen utilizando configuraciones de cámara frontal muy modestas. Es normal ver equipos que vienen con soluciones de 1 MP, una realidad que contrasta en gran medida con el avance que ha experimentado el tema de las cámaras en los smartphones y, en menor medida, en las tablets.
¿Por qué ha ocurrido esto? Es decir, ¿por qué los fabricantes de ordenadores portátiles no han mejorado de forma considerable las especificaciones de la cámara frontal que utilizan en sus productos? Es una buena pregunta, y en Notebookcheck han preguntado directamente a los grandes OEMs para responderla.
La respuesta es muy sencilla, la mayoría de los usuarios recurre a sus smartphones cuando necesita utilizar una cámara para realizar cualquier tarea, como una videollamada, por ejemplo. Esto, unido al tema del coste que supondría integrar una cámara de alta calidad en un portátil y el poco interés que suscitaría es lo que ha llevado a los grandes del sector a mantener esas configuraciones de 1 MP.
Desde luego tiene mucho sentido, al fin y al cabo cuando buscamos un portátil profesional tenemos tendencia a priorizar aspectos como el procesador, la RAM, la pantalla o el SSD. El hecho de que un equipo cuente con una cámara frontal de mayor calidad sería irrelevante para la mayoría de los usuarios, y añadiría un coste innecesario al equipo.
Algunos grandes del sector, como ASUS por ejemplo, incluso han decidido eliminar por completo la cámara frontal en algunos de sus portátiles. Otros como Microsoft integran una cámara frontal con resolución 720p en su línea Surface Pro, una solución que ofrece una calidad de imagen bastante pobre pero que resulta suficiente para realizar videollamadas.
Para ciertos usuarios contar con una cámara de alta calidad en un portátil podría suponer un valor añadido de cierta importancia, pero siendo sinceros, en la mayoría de los casos, esto resulta innecesario por esa fuerte presencia que tiene, como dijimos, el sector smartphone.