En 2019 se han cumplido 30 años del nacimiento de las primeras webs. En sus inicios, la World Wide Web era una ventana al mundo al alcance de unos pocos. Hoy en día existen más de 1.700.000 portales web en activo e internet ya forma parte de nuestro día a día casi sin darnos cuenta, debido a una rápida popularización. La irrupción del smartphone, la mensajería instantánea o las plataformas de streaming de contenidos han cambiado hábitos de consumo y la manera de comunicarnos.
En 30 años las tecnologías y las conexiones que hacen posible internet han cambiado mucho. A medida que el acceso a Internet se ha ido extendiendo entre la población, también aumentaba la demanda y el volumen de tráfico y la necesidad de interconexión mundial. Muestra de ello es el despliegue continuo de cables submarinos por todo el mundo, que se espera que llegue a 300.000 kilómetros en los próximos tres años. Los puntos de interconexión también arrojan cifras récord en volumen de tráfico, como es el caso de De-Cix Frankfurt, que maneja los mayores picos de volumen de datos del mundo: 8,1 terabits por segundo.
Triángulo digital del futuro
Pero, ¿cuáles son las tecnologías que guiarán la evolución de internet? De-Cix, líder mundial en servicios de interconexión, analiza las principales tecnologías que marcarán las interconexiones a partir de 2020, en lo que se ha denominado “el triángulo digital del futuro” marcado por tres tecnologías clave:
– El 5G será el corazón de la evolución. No podemos ignorar que la década que comienza estará protagonizada por el estándar 5G. Esta tecnología nos aporta mayor velocidad de conexión, una baja latencia y soporta un mayor número de dispositivos conectados. Sin embargo, el potencial de esta conexión se va a poder ver en todo su esplendor aplicado a sectores productivos como son la industria y la agricultura 4.0. En estos ámbitos, las redes 5G soportan la conexión de la gran cantidad de dispositivos que forman una fábrica conectada y elimina los cables para que se conviertan en factorías 100% wireless.
– El IoT será el tejido. Con entornos habilitados para 5G, se podrán conectar una gran cantidad de dispositivos en lugares en los que antes no era posible, dando lugar a entornos de trabajo conectados en tiempo real. Además, se espera que otro nuevo estándar, el NarrowBand IoT, despunte a partir de 2020. Este estándar utiliza frecuencias bajas de las redes móviles, por lo que ofrece un buen alcance tanto en interiores como en exteriores y un fácil despliegue. Esta tecnología permitirá la hiperconexión de todos los objetos que podemos imaginar y supondrá una revolución en ámbitos como las smart cities, el sector de la salud o la logística.
– La Inteligencia Artificial será el cerebro. Gracias a la IA se podrá gestionar de manera eficaz la gran cantidad de datos que los millones de dispositivos IoT generarán. No solo en lo que respecta al IoT, la IA facilita una gestión lógica de los flujos de datos en casos de usos muy diversos. Un ejemplo de esto son los videojuegos en la nube.
En 2020 se espera el despegue definitivo de los videojuegos en la nube, un entorno en el que las plataformas tratarán de “predecir” mediante IA las decisiones del jugador o patrones de juego para minimizar la latencia. Esto es precisamente lo que Google ha denominado “latencia negativa”, mediante la utilización de buffers o almacenamiento de latencia prevista para evitar el ‘lag’ o ralentización del juego.
Este triángulo que forman estas tecnologías fomentará cambios en el lugar donde se produce la conexión. Para el año 2023, más del 50% de las nuevas instalaciones de infraestructura empresarial se situarán en el “edge” en lugar de en los data centers tradicionales, según la consultora IDC.
Pero, ¿qué beneficios tiene la edge interconnection? En este punto es donde entra en juego la distancia. Gracias a los tres elementos mencionados anteriormente, se podrá llevar a cabo una interconexión más cercana al usuario, una expansión más rápida y rentable de infraestructura con menor dependencia del hardware, puesto que los puntos de intercambio de internet podrán estar basados en software. Así, tanto proveedores, operadores y servicios de contenidos podrán adaptarse a la demanda del tráfico de internet casi en tiempo real.
“No podemos aventurar cómo cambiarán las conexiones dentro de 30 años, pero lo que es seguro es que la innovación tecnológica y la apuesta por infraestructuras interconectadas van a marcar el ritmo de esta evolución” añade Ivo Ivanov, CEO de DE-CIX International. “El triángulo que forman el 5G, la Inteligencia Artificial y el IoT será la base para las interconexiones del futuro”.